Por: Iván Báez Carrasco, Bombero Honorario Primera Compañía Bomba Andes
(Segunda parte)
UNA ESTRELLA EN LA PUERTA
El capitán del período 1889 expone la necesidad de que los voluntarios tuviesen una estrella en la puerta principal de su casa habitación, la que indicara que esa era la vivienda de un bombero y que, a la vez, la comandancia pusiera en conocimiento de la policía este hecho, para que en caso de siniestro por la noche los guardianes tuviesen especial cuidado de golpear a las puertas en donde se encontrase la señal.
Como se observa, la estrella no solo cumple una función distintiva, identitaria, de reconocimiento de la vivienda de un bombero, sino que también al no haber radios ni sirenas de largo alcance, cuando hubiese un siniestro tanto la policía municipal o departamental, como los mismos vecinos, pudiesen avisar al bombero de la ocurrencia de un siniestro.
La estrella, junto con inscribir un signo en la puerta de un voluntario, tenía la función de identificarlos para alertarlo de alguna emergencia.
SEGUNDA COMPAÑÍA POMPA ROMA
La ciudad crece y se hace necesaria la creación de una nueva compañía y es así que un 1 de noviembre de 1893 se crea la Segunda Compañía “Pompa Roma” en la especialización de escala y zapadores, siendo su primer director Juan Lanzarote y su primer capitán Nicolás Franceschini.
UN SITIO PARA EL NUEVO CUARTEL
En sesión del 22 de agosto de 1895 se discute el tema del sitio para construir el nuevo edificio del Cuerpo de Bomberos.
El capitán Amador Olavarría dio cuenta de haber recibido del comandante del cuerpo, José Agustín Verdugo, un telegrama donde le hace conocer haber presentado una solicitud al ministro del Interior en la que le pide concesión de un terreno para el Cuerpo de Bomberos de Los Andes, ubicado en la esquina de las calles Esmeralda y Rancagua.
“En la ciudad de Los Andes, a 14 de noviembre de 1906, me he constituido en visita en el local del Cuerpo de Bomberos en virtud de disposiciones supremas. El sitio que actualmente ocupa el referido cuerpo ha sido cedido por el Congreso Nacional por Ley N° 1439, según costa en la transcripción de 27 de enero del presente año. Firmado por M. Basterrica Herrera”.
El mismo año se entrega en comodato el terreno y la construcción del actual edificio se comienza en 1942, inaugurándose en noviembre de 1946.
SOLIDARIDAD INTERNACIONAL
El Cuerpo de Bomberos de Los Andes desde su origen ha estado presente en la contingencia local, tanto en terremotos como grandes incendios, inundaciones y diversas emergencias, incluso apoyando más allá de nuestras fronteras como lo fue a nuestros hermanos argentinos en un incendio de grandes proporciones en el sector de Las Cuevas, en la época de la pandemia del cólera y actualmente en esta pandemia Covid-19.
Así ocurrió una de estas emergencias: Eran las 13:45 horas del día jueves 27 de enero de 1977, se dio la alarma a raíz de un incendio declarado en la localidad de Las Cuevas, República Argentina, a 4 kilómetros del límite fronterizo y a 87 kilómetros de nuestra ciudad, ya que se quemaba la Hostería Las Cuevas, dependencias del Automóvil Club argentino y el fuego amenazaba con propagarse a los estanques de una bencinera colindante al lugar.
Una vez dada la alarma comienza la llegada de los bomberos, mientras la gobernación daba la autorización de los permisos para salir fuera del país y las autoridades bomberiles seleccionaban el personal que concurriría a combatir el siniestro. Se acude en la unidad Rafael Zelaya, conducida por el bombero y maquinista Oscar Contreras Calderón, con un total de 15 bomberos, yendo al mando del Cuerpo de Bomberos el comandante Gregorio Díaz Gamboa y de la Primera Compañía el capitán Salvador Torca Salinas.
El viaje no estuvo exento de dificultades, como una falla mecánica de la unidad y trabajos en la vía, por lo cual el recorrido tuvo que realizarse por el sector del Cristo Redentor, a 4.500 msnm, pero esto no impidió que se llegara a destino alrededor de las 17:00 horas.
Luego de controlado el siniestro, las autoridades del país vecino quedaron agradecidos por la labor realizada por los bomberos andinos. De regreso al cuartel en la ciudad de Los Andes se encontraron en la cordillera con nevazón, lo que demoro más su retorno, pero felices con el deber cumplido.
(Continuará).
