Por: José Manuel Díaz Porzio
¡Qué extraordinariamente significativo es que pueda yo dirigirme al pueblo de Chile y al pueblo de Santiago desde la Federación de Estudiantes! Esto posee un valor y un significado muy amplio. Expresiones vertidas por el recién electo presidente de la república doctor Salvador Allende Gossen, ese 4 de septiembre de 1970.
El candidato de la Unidad Popular, integrada por los partidos Socialista, Comunista, Radical, Social Demócrata, MAPU y API, habían conseguido lo impensable, llegar al gobierno democráticamente para realizar las grandes transformaciones que el país necesitaba a través de la vía chilena al socialismo.
En su programa contemplaba la estatización de las áreas claves de la economía, la nacionalización de la gran minería del cobre, la aceleración de la reforma agraria, modificación de la constitución y creación de una cámara única. Además, se dio inicio a la entrega de leche para los niños a través de los consultorios, fomento de la educación en el área laboral y de la lectura a través de la venta semanal de más de 2 millones de mini-libros y libros, termino de la desigualdad del valor de la asignación familiar entre las diferentes cajas previsionales (el 73 el valor de la carga familiar equivalía a 39 kilos de pan), los veraneos laborales, entre otros.
Hoy, al cumplirse 50 años del triunfo popular, allendistas y socialistas andinos recordamos con orgullo esa hermosa jornada, en donde un pueblo daba los pasos para cambiar los destinos del país, en uno solidario, justo, libre, democrático y dueño de su propio destino. Gracias compañero Salvador Allende Gossens, tu consecuencia política, tu hombría, tu valor y tu entrega a nobles ideales se acrecienta universalmente y hoy la sociedad está cumpliendo tu vaticinio «Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor».
