Por: Eugenio Astudillo Leal
Amanecía el primer domingo de septiembre del año 2019, y frente a una silenciosa calle O’Higgins, a la entrada al edificio del Centro Español, un grupo de “tatitas” se despedían atenta y efusivamente, después de haber celebrado, de acuerdo con sus edades y tradiciones de la época, sus cuarenta y nueve años de egreso, de su recordado y querido Liceo.
El peculiar grupo de “chiquillos y chiquillas”, todas y todos caminando cercanamente a los setenta años, eran y son parte de un longevo grupo de andinos, exalumnos del Liceo Maximiliano Salas M., que entre los año 1963 y 1965, abrazaron las aulas de este prestigioso establecimiento educacional, dirigido entonces por el gran y recordado Rector Don Oscar Granadino Yáñez, que entonces tenía su sede en un viejo edificio al que se ingresaba por calle Santa Rosa, por el lado del gimnasio, construcción que fue destruida por un violento terremoto que afectó la zona central de Chile, allá por el 28 de marzo del 1965, situación que causó otros varios daños en Los Andes. Entre esos, el que el Liceo funcionara por casi dos años en el edificio de la Escuela John Kennedy del sector Centenario, mientras se construían el nuevo y actual edificio liceano.
Pero aparte del drama anterior, fue complicado también para todos los alumnos de esa época, tener que conservar todas las formas y estudios del último curso de Humanidades, sin posibilidades de repetir, ya que desde el año 1964, el Presidente don Eduardo Freí Montalva implementó la reforma a la educación que aún se conserva, que se le conoce como la Enseñanza Media, y nosotros como últimos estudiantes de la educación Secundaria, que iba terminando año por año, no pudimos repetir ningún ramo o curso del antiguo sistema.
Todo lo descrito, más otras cosas que pasaron en el país en esos tiempos, hizo que esta última generación de estudiantes de Humanidades fueran siempre muy unidos, aún mucho más allá de su egreso del Liceo el año 1970, al extremo que este año 2020 ellos cumplen también 50 años de su graduación del Liceo, fecha que este grupo esperó algún día lograr, pero que hoy por fin lo ha conseguido, aun con cerca de 50 viejos alumnos vivos, pero con la gran pena de tener todos sus celebraciones y recuerdos suspendidos, por las acciones de la pandemia del coronavirus, y por los fallecimientos en hace menos de un año de nuestro socio y presidente del grupo de la promoción Juan Fernando Arriagada Vidal, y no hace mas de una semana, la de nuestro socio Patricio González Olmedo, excallelarguíno, y Enfermero Universitario, que residió en Viña del Mar.
Pero a pesar de todos estos pesares, los chiquillos de la promoción año 1970 del Liceo Max Salas M., me han pedido que comuniquemos, que logrando nuestro país detener el virus, y así proteger a los viejitos “tatitas”, cercano a las 50 personas que aún quedan vivas de esta noble generación de estudiantes, haremos con todas las de la ley, la gran celebración de este Medio Siglo de vida de amistad y unión de este grupo de andinos, excompañeros de Liceo, al que Dios y Los Andes, nos ha dado la suerte de llegar hasta esta edad, siendo felices, y agradecidos de nuestros profesores, nuestros Liceo, nuestras familias, y por sobre todo nuestra entrañable ciudad.
Nuestra cena principal anual siempre se ha hecho la primera semana de septiembre. Este año no se pudo. Dios mediante lo haremos dentro de poco. FELICES 50 AÑOS.