Gestiones del personal de la Oficina de Integración Comunitaria permitieron el emotivo momento.
Pasaron más de 60 años para que por fin se hiciera realidad el acontecimiento familiar largamente anhelado y que colmó de felicidad y profunda emoción a sus protagonistas, al producirse el reencuentro de la señora Nilda Alfaro Sánchez con su padre Juan de Dios Alfaro, dichoso momento que se vivió al interior de las dependencias del cuartel de Carabineros de Los Andes.
Este maravilloso día fue posible gracias a las gestiones realizadas con prontitud por funcionarios de la Oficina de Integración Comunitaria de la Tercera Comisaría, luego que la dueña de casa viajara por el día desde Antofagasta hasta nuestra ciudad con la finalidad de poder obtener alguna información que le permitiera saber el paradero de su papá y también de su hermano Juan Alfaro Contador.
Con tal propósito, es que se dirigió a la comisaría en avenida Santa Teresa y solicitó ayuda, siendo derivada para su atención con personal que está abocado, entre múltiples labores, a este especial servicio.
POR MOTIVOS FAMILIARES PERDIERON TODO CONTACTO
De esta manera, la señora Nilda relató que lamentablemente por motivos familiares había perdido todo contacto con su progenitor hace más de seis décadas y que a raíz de ello tampoco conocía a su hermano, manifestando que siempre tuvo la inquietud de restablecer el lazo con sus familiares.
Fue así que aportó algunos antecedentes sobre las personas que buscaba, entre éstos el nombre y la edad de su padre, de actuales 96 años.
DOMICILIO EN SAN ESTEBAN
Con dicha información se efectuaron las consultas respectivas y se pudo establecer que Juan de Dios Alfaro tenía domicilio en San Esteban, por lo que el personal de la Oficina de Integración Comunitaria, el suboficial Belarmino Varas, el sargento 2° Roberto Farías y Claudia Villarroel, civil de apoyo técnico, se desplazaron hasta la comuna donde tomaron contacto con el progenitor, quien al momento de recibir la noticia que su hija lo estaba buscando, emocionado accedió a trasladarse hasta la Tercera Comisaría en Los Andes, donde ocurrió el feliz reencuentro sellado con besos, cariño y un emotivo abrazo.