Fueron detenidos por detectives de la Brisexme de la PDI Los Andes
Con la medida cautelar de prisión preventiva en la Cárcel de Quillota quedaron los imputados de iniciales F.N.E., de 30 años, y C.H.H., de 18, luego que el Ministerio Público de Los Andes los formalizara por el delito de violación, ilícito cometido en perjuicio de una trabajadora sexual de nacionalidad colombiana.
Ambos fueron detenidos el martes por detectives de la Brigada de Delitos Sexuales y Menores (Brisexme) de la PDI Los Andes, luego que se acogiera la denuncia interpuesta por la víctima, se llevaran diligencias instruidas por la Fiscalía y órdenes emanadas por el Juzgado de Garantía.
Ambos sujetos la mañana de ayer fueron puestos a disposición del tribunal andino, desarrollándose la audiencia pasadas las 12:30 horas donde el fiscal jefe Ricardo Reinoso Varas expuso los antecedentes de la investigación.
Estos indican que la noche del martes los dos sujetos en compañía de un tercer individuo se encontraban reunidos en un domicilio de la Villa El Horizonte, cuando alrededor de las 23:00 horas decidieron requerir la presencia de una mujer que presta servicios sexuales de una página de citas y a la que contactaron vía WhatsApp, acordando un pago de $40.000 más $5.000 por el traslado en un taxi.
Al llegar al domicilio, la mujer de 42 años fue recibida por F.N.E. y quien le pagó al taxista, haciéndola ingresar al inmueble y llevándola a un dormitorio.
Una vez allí, sorpresivamente ingresaron los otros dos individuos que se habían escondido detrás de la puerta de la cocina, quienes se abalanzaron sobre ella y comenzó a gritar pidiendo auxilio, por lo que uno le tapa la boca con la mano pidiéndole que la soltara porque la estaba asfixiando. En eso los otros le tomaron las manos que amarraron por la espalda y también le ataron las piernas, intimidándola al mismo tiempo con un cuchillo y diciéndole que si hacía algo o seguía gritando la apuñalarían. Con la mujer reducida, la ultrajaron en forma separada.
Después de ello la volvieron a amenazar para que no los denunciara y alrededor de la 1:25 horas del miércoles la dejaron ir de la casa, llamando al taxista quien la recogió en avenida Pascual Baburizza y se fue a su vivienda, para durante la mañana concurrir a la PDI donde realizó la denuncia.
Los detectives la llevaron hasta el Servicio de Urgencia del Hospital San Juan de Dios de nuestra ciudad, donde no le fueron constatadas lesiones en genitales, pero sí por la violencia ejercida con contusiones malar, mandibular, heridas erosivas en brazos y equimosis en piernas.
El persecutor solicitó la prisión preventiva y a la que se opuso la defensora María Isabel Montenegro, señalando que no se estaría frente al delito de violación conforme a las declaraciones recogidas por la PDI y la constatación de lesiones, además de no existir otras pruebas que permitan establecer el hecho descrito por el Ministerio Público, señalando que sus representados no registran antecedentes anteriores y han colaborado con la investigación.
Al resolver, la magistrado Valeria Crosa dio por acreditados los hechos, decretó la medida cautelar y estableció un plazo de investigación de 5 meses.