Durante las vacaciones, muchos padres se sienten obligados a generar actividades para mantener entretenidos a sus hijos. Ya sea con juguetes, pantallas o paseos, existe una preocupación constante por crear momentos de diversión que eviten el aburrimiento. Sin embargo, como explica la psicóloga infanto juvenil de Clínica Vespucio, Victoria Deik, este estado es una oportunidad para encontrar pasatiempos utilizando la creatividad y la imaginación de cada uno.
El aburrimiento es un indicio de que los niños y adolescentes quieren cambiar de actividad y buscar nuevos pasatiempos. En estos casos, que suelen aparecer con mayor frecuencia durante las vacaciones, es responsabilidad de los padres fomentar la imaginación y la capacidad de entretenerse a través de objetos simples, sin la necesidad de un estímulo especial como un paseo o un nuevo juguete.
En el caso de los más pequeños, “es importante entregarles materiales como palitos de helado, hojas de colores, stickers, lápices y pegamento, lo cual puede ser suficiente para que se diviertan y desarrollen su creatividad”, explica la psicóloga infanto juvenil de Clínica Vespucio, Victoria Deik. Aunque todos pueden pasar por momentos en que no saben cómo entretenerse, aquellos niños que están acostumbrados a que otros les generen las actividades y les llenen el día son más propensos a aburrirse.
Por su parte, entre los adolescentes la frase “estoy aburrido” suele ser bastante repetitiva. Durante esta edad existe un componente social importante, debido a que los jóvenes suelen necesitar del contacto con sus iguales para pasarlo bien. Así, también acostumbran ver mucha televisión o jugar videojuegos, que ejercitan poco su creatividad y eventualmente generan una tendencia a aburrirse con mayor frecuencia. En estos casos, una buena opción es “salir a la plaza o invitar a amigos y primos para realizar actividades al aire libre”, agrega la especialista.
ESPACIO EN FAMILIA
Realizar actividades como ver televisión y entretenerse con juegos de consola no es malo, pero es importante que no sea el único panorama del verano y que su uso sea limitado. La psicóloga agrega que una buena opción es que los jóvenes ayuden con las tareas de la casa, considerando sólo un par de labores delimitadas y siempre respetando su espacio de descanso.
Además, lo ideal durante las vacaciones es que “padres e hijos, en la medida de lo posible, aprovechen el tiempo libre para divertirse y conocerse más. Cuando los familiares se sienten conectados emocionalmente, no importa cuál sea la actividad, ya que siempre lo pasarán bien juntos”, concluye Victoria Deik.
Considerando que muchos padres trabajan durante la época estival, otros panoramas recomendados son pintar, leer, dibujar, hacer manualidades, divertirse con juegos de salón, salir a la plaza, ir a la piscina, andar en bicicleta, participar de actividades en municipalidades, clubs, programas de verano o agrupaciones scout.