Imputado del crimen de Susana Sanhueza fue formalizado por homicidio simple y quedó en prisión preventiva
Por el delito de homicidio simple el fiscal Eduardo Fajardo formalizó el viernes al imputado Cristián Muñoz Muñoz, de 22 años y con domicilio en San Felipe, por su participación en calidad de autor y en grado de consumado del crimen de la joven sanestebina Susana Estefanía Sanhueza Aravena (22) en la audiencia llevada a cabo desde las 12:20 horas en la Sala 2 del Juzgado de Garantía de San Felipe, hasta donde fue trasladado en el curso de la mañana desde la PDI de la vecina ciudad luego que fuera detenido el jueves por detectives de la Brigada de Homicidios de la PDI Los Andes.
Al exponer los antecedentes a la magistrado Rocío Oscariz, el persecutor dio a conocer los hechos anteriores y las circunstancias de cómo se produjo el asesinato conforme a los antecedentes establecidos en la investigación.
Señaló que los dos jóvenes previamente a través de mensajes por WhatsApp se pusieron de acuerdo para reunirse la tarde del martes 28 de febrero en la plaza cívica de San Felipe, ubicada en calle Salinas frente a Plaza de Armas.
Fue así como la víctima se trasladó desde la comuna de San Esteban a la ciudad de Los Andes, donde retiró lentes desde una óptica de calle Papudo, y luego se trasladó hasta la ciudad de San Felipe donde se juntó con su amigo alrededor de las 18:00 horas.
Después de conversar por algunos minutos, el joven invitó a Susana a un lugar más privado señalándole que podían ingresar a la oficina del archivo municipal ubicada en calle Arturo Prat Nº 242, por cuanto tenía llave del candado de la puerta del inmueble, trasladándose por la parte posterior de los edificios de la Municipalidad y Gobernación.
BOLSA PLÁSTICA DE SUPERMERCADO QUE ATÓ AL CUELLO
“El imputado abre el candado, ingresa por la escalara junto con la víctima y en un pasillo del segundo piso la víctima, que era insulino dependiente, pierde fuerzas y en esas circunstancias el imputado coloca una bolsa plástica de color blanco en la cabeza de la víctima y que ató al cuello, que era del supermercado donde trabaja como empaquetador, asfixiándola y provocándole la muerte debido a dicha acción”, indicó el fiscal.
Acto seguido, procedió a cubrir el cuerpo con dos bolsas de basura de color negro, en las partes superior e inferior, para luego sacarle fotografías y enviárselas a una tercera persona.
Después tomó especies de la víctima, particularmente una mochila donde mantenía documentación personal, un teléfono celular, artículos para insulino dependientes (como jeringas), lentes ópticos, las que se llevó consigo.
MANTENÍA LLAVES DEL CANDADO DE ARCHIVO MUNICIPAL
El fiscal Fajardo dio lectura a declaraciones de diversas personas tomadas durante el curso de la investigación e incorporadas en la carpeta investigativa del Ministerio Público, entre éstas las del propio imputado que prestó voluntariamente ante la PDI.
Al respecto, manifestó que conoció a Susana Sanhueza como “Sacha” en el año 2014 en el Grupo Animalista Voluntad Animal y señaló que como integrante de este grupo tenía un juego de llaves para el ingreso al archivo municipal, lugar que era ocupado para guardar caniles, pero en el año 2015 se retiró, sin embargo se quedó con las llave y que utilizó en ocasiones anteriores.
Añadió que “con Sacha manteníamos conversaciones vía WhatsApp desde hace un tiempo a la fecha, manteniendo una relación de amistad por medio de dicha plataforma, siendo así que el lunes 27 de febrero nos pusimos de acuerdo para juntarnos al día siguiente en la Plaza Cívica para enseñarle a hacer banderas y malabares, además de conversar sobre su actual estado de ánimo tras la ruptura que tuvo con su expareja. En el lugar conversamos de diversas cosas, sin embargo ella quería conversar en un lugar más privado, por lo que le ofrecí conversar al interior del edificio de calle Prat, aceptando en forma inmediato y nos fuimos caminando”.
“SE DESVANECIÓ ANTE MÍ”
Más adelante, el imputado indicó que una vez que estaban adentro y en el segundo piso continuaron conversando. “Mientras lo hacíamos, Sacha consumió diversas pastillas, desconociendo qué tipo de fármacos eran. Pasados unos minutos me dijo que tenía calor, sacudiéndose la polera para echarse aire, cuando sorpresivamente se desvaneció ante mí quedando tendida en el suelo. En un primer momento pensé que me estaba jugando una broma y luego empezó a convulsionar arrojando una espuma blanca de su boca”.
Dijo el imputado que ante esta situación se asustó y bajó la escalera, sentándose en los primeros escalones permaneciendo por cerca de una hora, tiempo en el cual estuvo escuchando música y jugando Candy Crush en su teléfono celular.
PARA MÍ ESTABA MUERTA”
Después, al no sentir ruidos en el segundo piso, volvió a subir “viendo y percatándome que estaba tendida de la misma forma como quedó, y al ver que no es movía le presté auxilio y maniobras de reanimación cardiopulmonar, ya que segundos antes me percaté que no estaba respirando. Estuve así por aproximadamente diez minutos, pero no tuve resultados. Bajé la escalara y sobre los caniles había un paquete de bolsas de basura, y cuando volví para efectos de no querer mirar a Sacha, ya que su cara me causaba mucho impacto, le puse una bolsa en la cabeza que saqué de mi mochila y que correspondía al supermercado donde trabajo, la que amarré con un nudo en el cuello ya que para mí estaba muerta”.
El imputado agregó en su declaración que seguidamente decidió envolver el cuerpo “como lo hacían con los animales” utilizando las bolsas de basura, poniéndole una desde los pies hacia la cintuar y la otra desde la cabeza hacia abajo.
LIMPIÓ EL LUGAR Y SE FUE CON MOCHILA Y CELULAR DE LA VÍCTIMA
El persecutor agregó que el imputado efectuó limpieza en el lugar y que tomó fotografías que se las mandó por WhatsApp a su polola, en tanto que pasadas las 19:30 horas optó por retirarse del lugar llevándose la mochila y el celular, ya que señaló que su intención era devolvérselo a la familia de la joven. “Al salir del edificio, dejé cerrado por fuera con el candado lo que hice lo más rápidamente posible ya que estaba aterrorizado. Luego caminé por calle Prat hacia la avenida Maipú, pensando que por mantener el teléfono podía ser rastreado a través el GPS, por lo que opté por dejarlo en una camioneta, dirigiéndome después a mi domicilio y al preguntarme mi madre por la mochila le dije que me la había encontrado en la calle”.
Esta mochila (que en un momento fue revisado su interior y se encontraron pertenencias de la víctima) la mantuvo por algunos días en su pieza, hasta que posteriormente se la llevó su hermana al lugar del trabajo con la finalidad de ocuparla, pero al no estar en condiciones decidió arrojarla a un basurero.
Fajardo cuestionó las declaraciones del imputado, poniendo énfasis en la actitud que tuvo al no solicitar al menos una ambulancia del Samu para que atendiera a la víctima, de haber escuchado música y jugado, de haber limpiado el lugar, el haberse llevado las pertenencias, deshacerse del celular, haber ocultado evidencia, no haber denunciado el hecho e incluso mentir a sus familiares, entrando en una serie de contradicciones.
Dijo que en las diligencias se pudo obtener el registro del WhatsApp del teléfono de la víctima donde aparecían las conversaciones con el imputado, siendo uno de los elementos vitales para establecer su identificación.
Con los antecedentes expuestos y señalando que el imputado por este delito arriesga una pena que parte en los 10 años y un día, solicitó la prisión preventiva por constituir su libertad un peligro para la seguridad de la sociedad y podría seguir obstruyendo medios de prueba.
DEFENSA: CUASIDELITO DE HOMICIDIO
Por su parte, el defensor Nicolás Olivares se opuso a dicha medida cautelar argumentando que su representado no registra antecedentes penales anteriores y que el día de los hechos se juntó con la joven y concurrieron al archivo municipal voluntariamente, donde la víctima ingirió alguna sustancia y faltando el resultado del examen toxicológico, añadiendo que el joven la auxilió al verla desmayada. Hizo presente que en la autopsia el cuerpo de la víctima no da cuenta de lesiones o heridas por acciones que habría realizado el imputado para que perdiera el conocimiento o asfixiarla.
Señaló que, por lo tanto, se está ante la figura de cuasidelito de homicidio, razón por la cual solicitó la cautelar de arresto domiciliario total.
“DECLARACIÓN ES CONTRARIA A LA LÓGICA Y A LA INVESTIGACIÓN”
Al resolver, la magistrado Rocío Oscariz dio por acreditados los hechos de la formalización, esgrimiendo que la declaración del imputado tuvo múltiples contradicciones, es contraria a la lógica y los antecedentes de investigación, así también por todos los antecedentes expuestos por el fiscal, la declaración de testigos, del propio imputado y los informes de Pdi, que dan cuenta que hubo una actitud de un dolo directo del imputado para provocar el hecho, hubo una actitud de ocultamiento de información y deliberada para dejar en impunidad el hecho cometido, por lo que decretó la cautelar de prisión preventiva, fijando un plazo de investigación de 6 meses y decretando el ingreso del imputado a la Cárcel de San Felipe.