Por Paulo Egenau, director Social Nacional Fundaciones Hogar de Cristo
“Los niños son como las estrellas. Nunca hay demasiados”, reiteró el presidente Sebastián Piñera en sus discursos de asunción del mando. El gobernante citó a Teresa de Calcuta para reforzar que en esta segunda administración “la prioridad son los niños”. Para dar fuerza a esta decisión, como primera actividad de gobierno visitó un hogar de menores y expuso 10 medidas que forman “un gran acuerdo por la infancia”, partiendo por reemplazar el actual Sename por dos nuevos servicios públicos: el Servicio de Protección de la Infancia y Adolescencia, y el Servicio de Responsabilidad Adolescente.
El recién asumido mandatario también señaló que se aumentará la subvención estatal para los organismos colaboradores, lo que es prioritario, ya que sólo recientemente tres centros residenciales que albergan a 105 niños y jóvenes anunciaron su cierre por falta de recursos.
Tras dos años de investigación y con la aprobación de más de 50 expertos nacionales e internacionales, en el Hogar de Cristo construimos un modelo de residencias para jóvenes de 12 a 18 años. Durante este 2018 y el año próximo, estaremos trabajando en dos modelos piloto con estándares de calidad definidos en ese estudio y con un costo mensual de dos millones de pesos por niño, el que se ajusta a lo que ya Sename destina a sus CREAD. Este trabajo lo estamos haciendo con el financiamiento y la participación de la empresa privada, concretando en la práctica el espíritu del “gran acuerdo por la infancia” que propuso Piñera: sumar los esfuerzos del gobierno, la sociedad civil, la empresa, la academia, las oenegés… Por eso invitamos al nuevo gobierno a tomar este modelo, mejorarlo según los resultados de nuestro piloto e implementarlo como política pública.
A Susana Tonda, ahora a la cabeza del Sename, le deseamos el mayor éxito. Ella dirigió por 6 años el Hogar de Cristo y conoce la vulneración de derechos que representa la pobreza, sobre todo en los niños. Ella solía decir: “Malgastar recursos en cualquier empresa es un delito. Hacerlo aquí, en el Hogar de Cristo, es un pecado”. Yo la parafrasearía afirmando que seguirse demorando con las soluciones en el Sename es ciertamente un pecado mortal.