Por: Jorge A. Walters A.
La verdad, es que, no nos habíamos dado cuenta de que, el tiempo venía transcurriendo a una velocidad mucho mayor a lo habitual.- Esto suele ocurrir, cuando hay otros hechos que, suceden simultáneamente y que, al centrar nuestra atención en ellos, a menudo, hacen las veces de distractores, como viene ocurriendo con la Pandemia del COVID-19 que, por su gravedad, planetaria, nos ha obligado a adecuar y a posponer todo el resto de nuestras habituales actividades, a un lugar secundario.-
Chile, desde hace más de un año y con posterioridad al “Estallido Social”, al igual que el resto del mundo, se ha visto golpeado por la terrible propagación de un virus mortal que, ha alterado el normal funcionamiento de los países en lo relativo a Salud, a lo Laboral, a lo Comercial, a lo Productivo, a lo Económico, a lo Turístico y al Transporte Aéreo y terrestre, debido a la casi total paralización que, ha puesto a prueba, a nuestra limitada capacidad de adaptación, a una urgente confinación, al equipamiento sanitario, a la práctica Exámenes, de trazabilidad de los contagios, a la oportuna adquisición de Camas clínicas, como de otros insumos diversos y de vacunas, como de su creciente y acertada inoculación programada por edades.-
En medio de todo este desastre, la pobreza y la brutal precariedad de parte importante de la sociedad, quedó en evidencia, cuando recibió poca, tardía e insuficiente ayuda de parte del Estado y entre muertes y contagios, debió recurrir a sucesivos retiros de 10% de sus Fondos Previsionales que, en algo mitigaron su angustia.- Así, conforme a lo programado, la ciudadanía, en alguna medida protegida sanitariamente, debió cumplir con el Deber Cívico de concurrir a las urnas, para elegir, Concejales, Alcaldes, Gobernadores y en lo principal, a los Miembros de la Convención Constituyente que se encargará de redactar la NUEVA CONSTITUCIÓN, que, nos regirá por los próximos 40 años, a lo menos.- Aquí ocurrió un verdadero terremoto político que, nadie, o casi nadie imaginó.- La ciudadanía se pronunció impensadamente y con una clara mayoría superior a los 2/3 de los sufragios, señaló que, no quería saber nada con los Partidos Políticos, ni con la forma “añeja y obsoleta” de hacer Política que, por años, le impedían postular y tomar parte en los comicios en igualdad de condiciones y de posibilidades, con quienes son miembros de Partidos Políticos.- Además , rechazó con fuerza y vigor la tóxica alianza entre Dinero y Política que, por años, alejada de la ética, ha propiciado, e incentivado, la corrupción y las malas prácticas.-
La JUVENTUD y los INDEPENDIENTES fueron los grandes y felices ganadores.- Conocidas figuras del ambiente político, deportivo y artístico afines al Gobierno que, contaron con un millonario apoyo y financiamiento empresarial de sus campañas, con el fin de sumar votos, para evitar al máximo, los principales cambios a la actual y fenecida Constitución, de nada les sirvió, porque, igual fueron derrotados.-
La Histórica Oportunidad que tuvo la ciudadanía, para hacerse cargo de diseñar el tipo de país con el que la mayoría sueña, felizmente no se desaprovechó y ahora, en forma pública, transparente y de cara al país, los(as) selectos Constituyentes, desde un principio y por cierto, permanentemente comunicados, con toda la ciudadanía, afinarán la óptima forma de plasmar nuestra “CARTA MAGNA”, teniendo como eje principal el aspecto ÉTICO en todas y cada una de sus disposiciones.-
Es muy posible que, la “vieja política” que, el día de la inscripción a las Primarias, de nuevo se mandó un muy “vergonzoso numerito” y dejó en claro que, no entendieron nada de lo que les dijo la ciudadanía, lo que, de seguro quedará ratificado en las próximas elecciones de Noviembre, de Presidente y de Parlamentarios, los que, antes de acogerse a un retiro, forzoso, restablecieron el “Voto Obligatorio”, usando como gran argumento el que, con un porcentaje mayor de sufragios, los resultados a su juicio, darían más representación y legitimidad al Acto.- Lo cierto es que, una vez más, no supieron leer las causas de la apatía electoral que, por cierto, está basada en que, los Partidos Políticos, no han tomado consciencia de que, no dan el ancho, porque, en la práctica, atentan contra la DEMOCRACIA tal y como debiera ser, al adueñarse de la exclusiva representación Democrática del electorado, en forma transversal y corporativa, al arrogarse la facultad indebida de Pactar, de “Negociar” y eventualmente de “cocinar”, con los “operadores políticos” y con el Poder Económico, la aprobación de ciertas Leyes y Tratados.-
La verdad, según muchos, estaría realmente, en el tentador tema económico que, al aumentar en varios millones el número de votantes, el SERVEL, con dinero de todos los chilenos, devuelve a cada participante, una suma aproximada, no despreciable de $1.200.= por cada voto, es decir, por cada 1.000 votos, cada candidato, electo, o no, recibe un millón doscientos mil pesos ($1.200.000.=).-
Cuando uno(a), como en mi caso, toma consciencia de que, el sufragar es un deber cívico, no necesita estar obligado a hacerlo para cumplir.- Del mismo modo, si un(a) elector(a) carece de motivación, o de incentivo para sufragar y siente que, ningún(a) candidato(a) lo(a) representa, de verdad, lo más seguro es que, si va obligado, votará blanco, o nulo, en esa misma proporción y por lo tanto, el orden de los(as) candidatos electos, no sufriría variación alguna.-
Hagamos votos entonces, para que, de una vez por todas y a la brevedad posible, se deje de lado el egoísmo y la tozudez de las partes y tanto el Ejecutivo, como el Parlamento, puedan encontrar alguna fórmula creativa, e inteligente, lo más próxima al “Mínimo Común”, o “Máximo Posible”, y la ciudadanía que lo requiere, reciba el dinero necesario para sobrevivir.- Como hermanos chilenos, juntos y unidos en propósitos y en AMOR fraterno, solidariamente saldremos adelante con un Chile que, a no dudarlo, será el modelo futuro de la humanidad.-
Si Ud. concuerda con lo expresado, Decrete con Fuerza y Convicción: ¡¡¡ QUE ASÍ SEA !!!
