Por: Dr. Denis Panozo
Las variaciones bruscas del tiempo alteran nuestro ánimo y nuestro estado de salud hasta tal punto que pueden llegar ser mortales. Hay personas vulnerables a los cambios bruscos del tiempo, las alteraciones de la temperatura, la humedad, la presión y de otros factores ambientales. Estos hacen que nuestras defensas se resientan y permitan que nos penetren virus, bacterias y aparecen las enfermedades.
Que el tiempo afecta a nuestra salud no es novedad, hace 2500 años, Hipócrates en su obra Aire, agua y lugares, escribe lo siguiente “hay que prestar atención a los cambios de estación más bruscos, no se debe purgar ni aplicar cirugía hasta que haya pasado 10 días del cambio de estación”.
Durante varios siglos, creencias populares, supersticiones y observaciones médicas mantuvieron la misma visión, hasta mediados del siglo XX en Alemania nació una nueva disciplina científica, nos referimos a la Bioclimatología que se preocupa del estudio de las interrelaciones directas o indirectas entre el entorno Geofísico y Geoquímico de la Atmosfera y los organismos vivos, plantas, animales y hombre. Una rama de esta investiga como los cambios atmosféricos afectan a la salud humana. Al igual que cualquier ser vivo, el hombre reacciona fisiológicamente a los denominados factores del tiempo, que incluyen la temperatura, la humedad, la presión y el viento, así como a los fenómenos especiales que se suceden en el seno de la atmosfera (lluvia, niebla, tormenta, granizo y también la contaminación) No obstante y según dicen los expertos que tenemos una gran capacidad de adaptación a diferentes climas y ambientes que nos permite alcanzar un buen equilibrio homeostático(equilibrio interno), pero a pesar de esto, seguimos siendo vulnerables a las variaciones repentinas de las diversas condiciones atmosféricas ambientales. El mejor ejemplo lo podemos observar en las personas que padecen de Artritis y Artrosis, el 48% puede predecir el tiempo a partir de los síntomas que lo aquejan, el descenso de la temperatura está ligado a una exacerbación del dolor y rigidez en las articulaciones, síntomas que se repiten si aumenta la humedad ambiental. También se ha relacionado que cambios en la presión atmosférica causan grandes cefaleas o jaquecas, al parecer nuestro cerebro se muestra sensible a estas oscilaciones barométricas (presión), además cambios bruscos de temperatura, principalmente enfriamiento que causan desde los resfríos simples, neumonías, infartos y accidentes vasculares cerebrales.
El ánimo también está influido por los cambios climáticos, las menos horas de luz, las bajas temperaturas lo comprueban el alto índice de cuadros depresivos que ocurren en los meses fríos, (otoño e invierno) y lo demuestra también las altas tasas de esta patología siquiátrica que ocurre en los países fríos de nuestro planeta.
Además debemos agregar que estos cambios climáticos influyen en las personas que conducen vehículos, disminuyendo su grado de atención, por lo cual hay que preocuparse que el ambiente al interior de estos sea agradable, de esta manera vamos evitar accidentes.