Por: Camilo Aburto, académico Escuela Nutrición y Dietética U. Andrés Bello
Ya comenzó el tiempo más frío y el aumento de enfermedades respiratorias, inflamatorias o estrés, por ello es fundamental la prevención para evitar problemas de salud. En este aspecto, la nutrición es clave.
Cuando un individuo se alimenta, cubre sus necesidades de energía y nutrientes, pero también está influyendo en su estado de salud o en la progresión o detención de alguna enfermedad. De hecho, los conocimientos adquiridos a lo largo de la historia sobre los alimentos, nos han puesto de manifiesto algunos de sus efectos beneficiosos para la salud, más allá de los meramente nutritivos.
Efectivamente, en las últimas cuatro décadas, se ha intensificado la búsqueda de mecanismos involucrados en la estrecha relación entre nutrición y sistema inmunitario. En este contexto, nace la inmunonutrición, que se define como el estudio del conjunto de procesos mediante los cuales determinados nutrientes son capaces de modular el sistema inmunitario y, por tanto, garantizar las necesidades defensivas del individuo.
Es fundamentales contar en la dieta con Omega 3, antioxidantes y prebióticos.