Por: Claudia Rojas, académica Escuela Nutrición y Dietética U. Andrés Bello
Si bien el verano es sinónimo de recreación y descanso, las altas temperaturas hacen que la preocupación se centre en determinados alimentos que no cuentan con una correcta manipulación y que su consumo pude generar problemas de salud.
Efectivamente, son varios los productos que al ser consumidos pueden provocar intoxicaciones estomacales.
Vómito, diarrea, náuseas y dolor abdominal agudo (más conocidos como retortijones) y, ocasionalmente, fiebre, son los síntomas más comunes de estas intoxicaciones alimentarias.
Durante el verano es importante la conservación de alimentos, la cadena de frío, que se refiere a un sistema continuo de mantención de los productos alimenticios a temperaturas inferiores a 5°C desde la recepción de los alimentos hasta su consumo como alimento o producto final.
Los alimentos más riesgosos para consumir durante el verano, según su manipulación son: Carnes de vacuno enteras y molidas; pescados y mariscos; huevos y preparaciones a base de huevo fresco no pasteurizados; legumbres, arroz y papas mantenidas a temperatura ambiente; ensaladas de verduras y frutas procesadas a temperatura ambiente; lácteos y sus derivados con pérdida de cadena del frio, incluye postres de leche; carnes y aves guisadas y con salsa, con más de un día de preparación sin refrigerar; helados con crema y de leche.