Por: Dr. Denis Panozo Villarroel
El sol puede ser muy beneficioso para nuestra salud, aporta en la síntesis de la vitamina D en nuestra piel que ayuda aumentar la absorción de calcio para nuestros huesos, previene el raquitismo, osteoporosis y puede ayudarnos a mejorar procesos cutáneos como la psoriasis o el acné. Pero actualmente por la capa de ozono deteriorada debemos tener precaución, porque la radiación solar a ciertas horas es nociva y acelera los procesos de malignidad en las pecas o lunares
El bronceado es una respuesta de autoprotección de nuestra piel, frente a la radiación solar y un exceso de esta no sólo conlleva el riesgo de quemadura, también tiene efectos a largo plazo como el envejecimiento prematuro de la piel (arrugas), elastosis (perdida de la elasticidad de esta) y por ultimo puede hacer partir un cáncer. Este tipo de cáncer es de alta malignidad, por lo cual no exageremos ahora que se acerca el verano.
Las radiaciones ultravioletas B (UV-B) son los principales responsables del eritema solar; mientras que las ultravioletas A(UV-A) son las causantes de las mayoría de los efectos nocivos, a largo plazo, del sol. Hay que tener presente la intensidad de radiación en el día, es máxima entre las 12h y 16h y en el verano la radiación solar nos llega con toda su energía, un día nublado el riesgo de quemadura sigue existiendo porque el 90% de UV es capaz de atravesar las nubes.
Por lo cual el que trabaja bajo el sol debe protegerse con sombrero, ropa y gafas adecuadas y las zonas no cubiertas debe usar un fotoprotector, principalmente en los labios, los lóbulos de las orejas y en la nuca, debe ser colocado unos 30 minutos antes de exponerse y en cantidad suficiente. Además hay que beber abundante agua antes, durante y después de la exposición sin llegar nunca a tener sed.
En nuestro valle del rio Aconcagua se da por su fruticultura muchos trabajos bajo el fuerte sol, principalmente en la temporada de cosecha, por lo cual debe velarse que estos trabajadores tengan los elementos necesarios de protección.
Los veraneantes que desean broncearse deben utilizar los fotoprotectores adecuados al tipo de piel que posee y al tiempo que se va exponer y además debe hidratarse adecuadamente.
Cualquier lesión cutánea previa que se agrave o una nueva que se desencadene por la acción del sol deben acudir urgente a un especialista.(Dermatólogo).