El viernes pasado, a una semana del vertido de concentrado de cobre a las aguas de río Blanco, el Núcleo Biotecnología Curauma de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso dio a conocer los resultados del estudio, solicitado por la Municipalidad de Los Andes, análisis que determinó que la medida de metales pesados se encuentra dentro de la norma nacional e internacional.
La presentación fue realizada por el director de la entidad, Rolando Chamy, respecto a las muestras realizadas en doce puntos de la ciudad, tanto en el río como en agua potable (Esval y APR), los días viernes 26, sábado 27 de febrero.
“El resultado es que las muestras no evidencian ninguna anormalidad como para que las aguas puedan ser utilizadas tanto como agua potable como para regadío”, señaló Chamy, explicando que ello “da tranquilidad a los regantes, a la comunidad y al municipio, en el sentido de que en estos momentos el agua no tiene presencia de metales pesados como para generar preocupación”.
Además, explicó que “el concentrado se diluyó en el gran caudal de agua que traía el río. Es decir, la cantidad de concentrado en referencia al volumen terminó en una dilución”. El estudio midió la presencia de cobre, arsénico, cadmio, plomo y hierro. La próxima semana, la entidad entregará resultados respecto a la presencia de material biológico.
No obstante, el alcalde Navarro señaló que el municipio va a continuar realizando análisis del río Aconcagua, a través de una comisión de sustentabilidad. También insistió que debe ser reparado el daño a las 6.500 familias se quedaron sin agua por un espacio de 15 horas y también a la comunidad, en consideración a la incertidumbre por el contenido del agua.
“Estos perjuicios tienen que ser reparados”, enfatizó el edil, subrayando que las acciones judiciales son “la forma en que podemos evitar situaciones similares y compensar a la comunidad afectada por la negligencia de Codelco”.