El colmo de la mala suerte
Una dueña de casa de 85 años, domiciliada en la población René Schneider, ha sufrido doblemente durante esta semana, primero al ser atropellada por un automóvil, y posteriormente mientras estaba hospitalizada sufrir la “visita” de delincuentes que practicamente desvalijaron su vivienda durante su ausencia.
ATROPELLO
El primer hecho se produjo alrededor de las 19:00 horas del lunes cuando la mujer fue atropellada por un automóvil cuando iba cruzando por el paso peatonal ubicado en la esquina de calles Raúl Vargas con Elías Foncea resultando con diversas lesiones, siendo auxiliada en primer término por un familiar y vecinos, los que a su vez impidieron que el conductor se fuera del lugar.
Minutos después llegó una ambulancia del SAMU cuyos paramédicos la asistieron y luego de estabilizarla procedieron a trasladarla al Servicio de Urgencia del Hospital San Juan de Dios, mientras que Carabineros de la Tercera Comisaria se constituyó en el lugar adoptando el procedimiento policial.
Durante la atención médica le diagnosticaron golpes y heridas en la cabeza, herida en el brazo derecho y hematomas en diversas partes del cuerpo que obligó a suturar con puntos.
Por la gravedad de las lesiones se dispuso su traslado al Hospital San Camilo de San Felipe quedando hospitalizada.
TRASLADO A SANTIAGO
Posteriormente el miércoles fue derivada al Hospital del Trabajador de la Asociación Chilena de Seguridad –ACHS- ubicado en la comuna de Providencia, Santiago, para la realización de exámenes y descartar secuelas a nivel cerebral, y aún permanece internada.
DESVALIJARON SU CASA
Aprovechando su ausencia la madrugada del miércoles un número indeterminado de delincuentes ingresaron a su vivienda.
Los sujetos saltaron la reja del antejardín que tenía la puerta con llave y luego forzaron una ventana del frontis por la cual ingresaron a la casa.
Una vez en el interior registraron todas las habitaciones y dependencias, rompieron cajones de los muebles, vaciaron la ropa al suelo, tras lo cual robaron un televisor Led de 40 pulgadas, una estufa, un cilindro de gas, un equipo de música, loza, vasos, copas, tazas, mercadería, la carne que mantenía en el refrigerador, una alcancía donde juntaba monedas la cual estaba casi llena, y la suma de $ 100.000 en efectivo que mantenía guardados en una cartera para afrontar cualquier urgencia.
Luego abrieron la puerta principal por la cual salieron con las especies que pasaron por sobre la reja dándose a la fuga.
Durante la mañana del mismo día una vecina se comunicó con la hija de la afectada informándole que se encontraba abierta la ventana del frontis de la vivienda de su madre. Junto a otro familiar concurrió a la casa encontrándola en completo desorden y con varias cosas menos, lo que era un indicador inequívoco que había sido objeto de un cuantioso robo.
El hecho fue denunciado ante la PDI concurriendo detectives de la Brigada Investigadora de Robos –BIRO- , y de Asesoría Técnica –ASETEC- que realizaron los peritajes en busca de pistas que permitan dar con los responsables.
ELEVADO MONTO
Los familiares de la víctima luego de realizar un inventario de las pertenencias sustraídas calcularon las pérdidas en $1.200.000.