Por Dr. Denis Panzo
En su forma habitual, los pacientes relatan el dolor anginoso como una opresión, un peso o una sensación urente, localizado en la región retro esternal o en toda la cara exterior del tórax irradiado hacia los brazos, el cuello o la mandíbula. Estos episodios de angina suelen iniciarse en forma gradual, alcanzan pronto su máxima intensidad y desaparecerán también en forma paulatina en 1 a 10 minutos. En la angina de esfuerzo clásica los síntomas presentan una clara relación con el ejercicio, en especial si este se realiza tras las comidas o en un ambiente frio, las emociones pueden así mismo iniciar una crisis. El cese de la actividad que inició el dolor, el reposo o la administración de trinitrina o nitroglicerina sublingual cesa el cuadro rápidamente.
El diagnostico es esencialmente clínico y se basa en las características del dolor, el examen de electrocardiograma puede ser normal durante el reposo y ausente el dolor, por lo cual frente a la sospecha más vale realizarse un ECG de esfuerzo, si este es positivo es necesario realizar un ecografía cardiaca, pero el examen ideal es una exploración a través de una coronariografía, examen más complicado que se realiza por médicos especialistas.
El tratamiento tiene tres objetivos, aliviar el dolor anginoso, prevenir nuevas crisis e interrumpir el progreso de la esclerosis por los ateromas provocados por el colesterol que se acumula en las paredes de estos vasos sanguíneos tan importantes para nutrir nuestro corazón. Por lo cual hay que cuidar nuestra alimentación y mantener una actividad física permanente, como salir a pasear todos los días y no fumar.