En el inicio del año escolar 2021, un saludo muy cordial a todos los integrantes de la comunidad educativa de Los Andes: a nuestros queridos estudiantes, apoderados, a nuestros compañeros de labores, los asistentes de la educación y las funcionarias de los Jardines Infantiles VTF y de otras dependencias, y, muy particularmente, a nuestros colegas profesoras y profesores del sector público y también de los establecimientos privados, subvencionados y particulares.
Queremos decir con toda claridad a los estudiantes, familias y autoridades, que seguimos cumpliendo una labor que muchas veces no ha sido lo suficientemente reconocida en estos tiempos excepcionales y de peligro real para la salud. Con nuestra mejor disposición, como siempre, con nuestros propios equipos, cuentas telefónicas y de internet y desde nuestras casas, espacio privado que hemos convertido en espacio público para conectarnos con nuestros estudiantes, con la capacitación en tecnologías digitales que hemos debido adquirir y que quisiéramos estuvieran al alcance de todos, decimos presente una vez más, porque creemos que la labor educativa es imprescindible para la sociedad y pensamos haber dado pruebas y evidencias concretas de nuestra auténtica vocación de servicio.
Sin embargo, con la misma claridad queremos decir que aún estamos lejos de la normalidad y que el primer derecho y garantía constitucional es el derecho a la vida. Sin la seguridad de la salud y la vida es irracional pensar en cualquier actividad o labor.
Entendiendo la dificultad que significa afrontar esta inédita situación, estimamos que el Estado no se hace responsable suficientemente de la vida y de la salud de sus ciudadanos: no hay seguro de salud que cubra los costosos tratamientos para tratar los contagios, que van en alarmante aumento. No basta con dejar la responsabilidad de la vida de los hijos en manos de los padres y familias. ¿Son insuficientes la cincuentena de niños y jóvenes muertos por el COVID-19 en el país para que nos demos cuenta? ¿Son pocos los últimos 112 casos activos de contagio reportados en Los Andes que nos tienen al borde de un retroceso de fase y los más de dieciséis mil nuevos contagios en los últimos cuatro días a nivel nacional? ¿Estamos conscientes de que el contagio está en las acciones cotidianas de contacto entre personas y que nuestros niños y niñas no son solo vectores de contagio, sino que también pueden enfermar y morir? ¿Basta con que el Gobierno haya señalado que la vuelta a clases presenciales sea responsabilidad de las familias cuando está acuciando a padres y mayores a volver presencialmente o a salir a buscar trabajo? Si el regreso es VOLUNTARIO y GRADUAL, ¿por qué esa insistencia obstinada en el regreso presencial? ¿Qué elementos me garantizan la seguridad y salud de las personas que integran las comunidades educativas y de las familias que van a exponer a sus hijos?
¿Hasta dónde es más importante reactivar la economía que la consideración hacia las vidas humanas? Entendemos que hay muchas personas que han quedado sin trabajo y que necesitan llevar sustento a los hogares, pero no puede ser a costa de la salud y la vida de los estudiantes. Tajantemente decimos: las escuelas, colegios y liceos NO son guarderías infantiles ni juveniles y mucho menos, antesalas de muerte. Es el Estado el que debe asumir su responsabilidad legal, ética e histórica frente a esta pandemia. No puede ser que incluso se oponga a que los ciudadanos retiren parte de sus propios dineros en el perverso sistema de administración de fondos de pensiones, porque el citado retiro de fondos se ha constituido en un medio y mecanismo de sobrevivencia.
Quisiéramos que todos tuviéramos una adecuada conexión a internet y el Gobierno tuvo todo un año para hacerlo. Pero sigue imperando la desigualdad. Señores y señoras autoridades: todas las vidas de todos los habitantes de este país y del mundo valen lo mismo y deben ser protegidas por igual.
Las vacunas son una respuesta que nos trae la ciencia para enfrentar la pandemia. Las grandes enfermedades de la historia han sido superadas solo con inmunización, pero las vacunas contra el COVID se encuentran aún en fase 3 de experimentación y no está contemplado aún que sean para todos.
Quisiéramos seguir haciendo un llamado al diálogo y a la conciencia de las autoridades y también de los distintos empleadores privados. En el sistema público de Los Andes hemos podido abordar los problemas más acuciantes, a veces con puntos de vista distintos, pero respetuosa y serenamente, revisando y tratando de que se implementen rigurosamente los protocolos sanitarios y se cuente con todos los insumos que corresponda.
Pedimos la misma disposición hacia los estudiantes, familias y trabajadores de la educación del sector particular y subvencionado, este último conformado por privados que reciben financiamiento estatal. Las clases presenciales y las híbridas en las actuales circunstancias son un peligro para la vida, y la salud siempre debe nuestra primera preocupación. La vida es lo primero, esto es un tema sanitario, de salud y no de aprendizajes. Todos debemos transformarnos en inquisitivos fiscalizadores de las medidas de seguridad. Ud., apoderado y apoderada, ¿ha podido verificar realmente que su sala cuna, jardín infantil, escuela, colegio o liceo, que los servicios higiénicos, lugares de alimentación y recreación, que los medios de transporte y lugares por donde circula tengan todos los elementos de resguardo sanitario antes de enviar a sus hijos de vuelta a clases?
Es necesario recalcar también que la conexión telemática a clases no puede ser en las mismas condiciones de horarios que las clases presenciales. ¿Estará Ud. apoderado/a acompañando a cada uno de sus hijos la jornada completa que dura el horario escolar? ¿Cuenta con el tiempo y los equipos y conexión adecuadas para ello? Son códigos y realidades muy distintas que se hace necesario considerar.
Preocupémonos por la salud mental de todos, esto no es un tema menor. Los aprendizajes de este tiempo deben estar centrados en torno a la contención emocional de pequeños, jóvenes y adultos. La emocionalidad y afectividad son una dimensión esencial de la vida, y a ella debemos abocarnos hoy, para que nuestros cuidados y privaciones puedan convertirse en abrazos y lágrimas de alegría mañana y no tener que lamentar contagios y muertes por no haber sido lo suficientemente previsores.
Más allá de legítimas diferencias ideológicas o de otra índole, es este tema uno de los temas en que debemos estar todos unidos. La vida, la salud y la calidad de vida de los hijos de la patria no es un juego, como tampoco lo es un juego de carácter economicista el mañana de nuestros jóvenes y niños
Como Colegio de Profesores, estamos muy disponibles siempre a atender las consultas y a actuar en conjunto con todos los colegas y trabajadores de la educación, tanto del sistema público como privado, como asimismo con nuestros estudiantes y familias.
A todos ellos, con actitud y lenguaje inclusivo más allá de los giros idiomáticos, los saludamos muy fraternalmente y les decimos que entre todos debemos seguir cuidándonos.
Directorio Comunal Los Andes Colegio de Profesores de Chile, A.G.
Francisco Rodríguez Arancibia, Presidente – Arturo Montenegro Cantillano, Secretario – Viviana Quiero Zárate, Tesorera – Jeanette Silva Celis, Vicepresidenta – Macarena Cárdenas Cañete, Directora.