Ayer, La Aurora, Hoy, El Andino

Ayer, La Aurora, Hoy, El Andino

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Victor Cortés Zapata

Tempranamente, Los Andes contó con un periódico como medio escrito informante del acontecer local. Dicho rol comunicacional, lo cumplió cabalmente, durante un largo periodo del siglo pasado, La Aurora, tomando el nombre del primer periódico nacional, La Aurora de Chile, creada por Fray Camilo Henríquez en los inicios de la Independencia, 1812. Se le sumó, a mediados de los ’50, otro medio escrito nacido de las ideas del ancestro radical, La Prensa, cuyas raíces políticas arrancan en los albores del emergente Movimiento Intelectual de los años 40 y 50 del Siglo XIX, en la nortina e influyente, en esos años, ciudad de Copiapó, desde donde el democrático pensamiento liberal europeo, fue recogido, entre otros intelectuales nacionales, por Matta y Gallo, y de allí esparcido a través del país, cuyos valores y principios socio-económicos, representaron, fielmente, las aspiraciones y necesidades del momento histórico de la pujante clase media chilena, y que además, aunque no completamente, recogía las urgentes e imperativas demandas de los nacientes movimientos populares de nuestro territorio. Símbolo del logro de tan nobles y perentorios fines, lo representó, auténticamente, el programa de “pan, techo y abrigo”, sustentado por el reconocido profesor normalista y abogado, nacido en tierra andina, Pocuro, don Pedro Aguirre Cerda, quien asumió, luego de ser democráticamente elegido en las urnas, en 1938, como Presidente de Chile, y cuyo gobierno representa hasta hoy, haber sido uno de los más relevantes, dando inicio al proceso de industrialización del país, a través de la creación de la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), abrazando y cumpliendo el compromiso de cubrir las necesidades básicas de alimentación, vivienda y salud de la población, con especial incidencia en los intereses de la clase media, como asimismo las de las mayoritarias e invisibilizadas clases populares, pues formaban parte de su apoyo político, además del radicalismo, los partidos de la izquierda chilena, el demócrata devenido en democrático nacional, el socialista y el comunista, conformando el así llamado Frente Popular.

En 1975, hace su aparición periodística, El Andino, recogiendo la experiencia social y el patrimonio cultural de los anteriores medios de comunicación locales, insertándose, así, en una nueva realidad social del país, lo que determina un enfoque adecuado a las condiciones y limitaciones de un cuadro histórico, entre otros hechos, restrictivo a la libre difusión de las ideas. 1990, abre sus brazos a la libertad de pensamiento en su más amplia expresión y, El Andino, recoge en sus páginas ese noble y democrático ideal, acogiendo desde esos titubeantes inicios, la expresión escrita de la diversidad ideológica y de pensamientos de corrientes filosóficas y religiosas, permitiendo, así, libremente, aunque siempre con altura de miras y respeto por los opuestos, la difusión del pensamiento de los distintos sectores de opinión. Su enfoque local, el matutino lo centra en aspiraciones propias del medio aconcaguino regional y provincial, jugando roles determinantes como los de su reconocida contribución en la obtención de la categoría administrativa de Provincia para Los Andes. A lo que se suman iniciativas de progreso, aportando desde su relevante rol comunicacional, a la concreción de las aspiraciones legítimas de los diversos y activos grupos sociales de la Provincia de Los Andes, y en otras ocasiones dando a conocer demandas vecinales, otorgando, para ello, espacio escrito, así como informando sobre conflictos de trabajo, donde la minería juega un rol determinante en la economía nacional. Igualmente destacado es el vértice de oportunidad que el diario entrega para verter opiniones sobre diversas temáticas nacionales, lo cual representa una capacidad de tolerancia constructiva, hacia los diversos enfoques teóricos y prácticos de sus autores, todo lo cual habla de una dirección periodística concordante con el respeto a la diversidad de ideas, al pensamiento universal, y con manejo racional y a la vez emotivo, del ejercicio del poder comunicacional de la prensa escrita.

¡Gracias, por dar esta oportunidad!

Por: Ps. Víctor Cortés Zapata

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