Por: Leonardo Olmos Castro, coordinador regional de Seguridad Pública Subsecretaría de Prevención del Delito.
Días atrás conocimos los resultados de la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana, ENUSC 2018, donde la victimización a nivel país alcanzó un 25,4% y en la región un 25,1%, quebrando la tendencia al alza de los últimos tres años, donde 13 de las 16 regiones del país presentan bajas en el indicador de hogares victimizados, y se muestra una positiva mejoría en la percepción de la inseguridad, que disminuyó 3,1 puntos porcentuales llegando al 76,8%. Se trata de 44.176 personas que dejaron de pensar que la delincuencia ha aumentado en el país.
A esta buena noticia, se agrega la baja de hogares victimizados en robo con violencia, robo con intimidación y robo por sorpresa; robo con fuerza en la vivienda, hurto, lesiones, robo de vehículo y robo de objeto de o desde vehículo, delitos que cuando ocurren dañan profundamente a las familias y menoscaban la sensación de seguridad de las personas y su confianza en las instituciones. Por ello es que la baja es destacable, al igual que la disminución de 2,2 puntos porcentuales en la victimización personal, llegando al 9,1%, y la baja a un 6,7% en revictimización, es decir que han sido víctima más de una vez de algún delito de connotación social, dato significativo comparado con el 9,5% de 2017.
A pesar de los avances, la cifra preocupante está en los datos referidos a las denuncias, que alcanzan un 36,1% el 2018, versus el 42,9% del año 2017. Los principales motivos para no denunciar -según la encuesta- es que la pérdida no fue suficientemente valiosa; o que la policía no podría haber hecho nada, conceptos que como Subsecretaría de Prevención del Delito estamos trabajando para revertir, porque la denuncia es el principal instrumento en la planificación de seguridad y permite tomar decisiones respecto de la implementación y evaluación del trabajo policial. Por ello el llamado permanente a que los afectados por un delito sí hagan la denuncia como corresponde y sean coproductores de seguridad, por el bien de ellos y de sus comunidades.
La política nacional de seguridad pública impulsada por el Presidente Piñera está dando sus frutos, y tiene especial importancia para el Intendente Jorge Martínez que ha enfocado todos los esfuerzos en hacer de esta región una de las más seguras de Chile, porque la seguridad pública trasciende la labor policial o el quehacer del ministerio público e involucra a un conjunto de entidades que tienen mucho que aportar tanto en lo situacional, manteniendo adecuadamente las ciudades, como en lo psicosocial, trabajando en prevención y abordando la seguridad con una mirada multidimensional; materias que el Intendente llamó a desarrollar con fuerza a los miembros de su gabinete, para hacer que la Región de Valparaíso, con cada una de sus comunas, conformen una gran región para vivir.