Por: Fernando Torres, toxicólogo y director Escuela de Química y Farmacia U. Andrés Bello
Cuando comienza el periodo de bajas temperaturas, son muchos los hogares que recurren a la calefacción utilizando artefactos altamente contaminantes. Efectivamente, en esta época, se produce un mayor número de personas intoxicadas con monóxido de carbono debido a un mal manejo en la calefacción intradomiciliaria.
El monóxido de carbono es un agente nocivo que produce una de las intoxicaciones más frecuentes durante el invierno en nuestro país. Distintas fuentes producen este tóxico como calefones o cocinas en mal estado, braseros, estufas a parafina o gas, quema de leña, incendios, obstrucción de los sistemas de evacuación de gases y contaminación ambiental.
Este tipo de intoxicación puede afectar a uno o más miembros de un grupo familiar. Una persona intoxicada con monóxido de carbono puede manifestar síntomas como cefalea, irritabilidad, disminución de la capacidad intelectual, fatiga, nauseas, vómitos, confusión, taquicardia, compromiso de conciencia, y en casos severos convulsiones y paro respiratorio. En lactantes y recién nacidos se presenta apnea e hipotermia.