Por: Octavio Arellano Zelaya
Concejal y Ex Alcalde de Los Andes
En el mes de octubre de 2023, la atención del mundo deportivo estará puesto en Chile con motivo de los XIX Juegos Panamericanos y Parapanamericanos, que tendrán a Santiago como la sede principal. Este evento convocará a cerca de 668 deportistas provenientes de 31 países, desde Canadá, pasando por Centroamérica, hasta nuestro país, al sur del continente. Haber logrado para Los Andes la nominación como Subsede en la especialidad de Canotaje o Kayak Slalom, hace justicia a los esfuerzos por potenciar esta disciplina en aguas bravas, en la que Los Andes cuenta con una experiencia que tiene su origen en los años 70, cuando canoistas de todo el mundo se atrevían a surcar las aguas del torrentoso río Aconcagua.
Poniendo este evento internacional en perspectiva, la designación de Los Andes como subsede de los Juegos, abre para esta ciudad insospechadas oportunidades de desarrollo, que necesariamente producirá lo que se denomina un “efecto dominó” en otras actividades directas e indirectamente relacionadas con el evento. En este caso, indagando la experiencia de otras ciudades, los efectos directos e indirectos los hemos clasificado en seis categorías: 1) infraestructura deportiva y parque olímpico, 2) obras de encauzamiento del río y recuperación de la ribera, 3) habilitación de un parque urbano y áreas de esparcimiento familiar, 4) creación de un atractivo turístico, 5) desarrollo de las industrias culturales y artesanías y 6) mejoramiento de la infraestructura hotelera comunal.
En cuanto al Parque Olímpico que se debe construir, cuya inversión es de varios millones de dólares, será único en su especie en Chile y Sudamérica. Este consistirá en un canal artificial para las competencias de kayak y sus instalaciones complementarias, lo abarcará una superficie cercana a los siete hectáreas y una extensión total cercana a 2.000 metros. Igualmente relevante es que una vez finalizadas las competencias, seguirá funcionando para futuras competencias, convirtiéndose en un centro de alto rendimiento para los deportistas chilenos y sede de una escuela de Canotaje, Rafting e Hidrospeed para los jóvenes de Los Andes. Sus instalaciones deberán considerar servicios de alimentación, camarines, sala de acondicionamiento físico, un centro de atención al visitante, ente otras. Para asegurar el recurso agua, considera un tranque acumulador y eventualmente, un sistema de recirculación del agua.
Respecto de las obras de encauzamiento del río, el proyecto obligará la realización de gaviones de protección para prevenir futuras crecidas, que puedan amenazar las obras y las poblaciones cercanas, lo que es muy razonable considerando los frecuentes fenómenos de lluvias intensas a causa del cambio climático.
Por otra parte, el complejo deportivo formará parte de un nuevo Parque Urbano, que involucrará una reforestación intensiva del área con flora autóctona, además de la habilitación de una ciclovía perimetral para la práctica de otros deportes como el patinaje y el triatlón, además de áreas para el esparcimiento familiar y juegos infantiles.
La habilitación del Parque Olímpico y las obras de recuperación paisajística que involucrará, será un nuevo atractivo turístico para la ciudad, el que formará parte de un circuito al que se sumarán la Casa Museo de Gabriela Mistral, el Barrio Histórico de Coquimbito, el Museo in situ de los petroglifos del Cerro Paidahuén y la casa de Máquinas del Ferrocarril Transandino. Hay que considerar que el kayak está considerado entre los deportes extremos, muy demandado por los turistas que buscan vivir emociones especiales en contacto con la naturaleza. Este evento debería significar definitivamente la consolidación del turismo en torno a los deportes de montaña, como un eje de desarrollo futuro de la ciudad, tal como ha ocurrido con ciudades que han sido sedes de este tipo de eventos globales. Por ello sostenemos que abren oportunidades irrepetibles para los emprendedores del turismo y de las industrias culturales y los artesanos de la zona, cuyos productos y servicios tendrán como clientes a los deportistas, sus equipos técnicos y acompañantes. De igual modo, se abre un desafío sin igual para el sector hotelero, para que en los próximos dos años adecúe sus servicios a los estándares internacionales, para lo cual deberá trabajar en Certificar sus Servicios, todo ello con el acompañamiento de Sernatur, Corfo y Sercotec.
Así las cosas, un proyecto que algunos años era sólo una expectativa, hoy se ve más cerca que nunca, por lo que, a pesar de las limitaciones que ha establecido la pandemia y desde los nuevos enfoques participativos que proporciona “urbanismo táctico”, la comunidad en sus ámbitos sociales, deportivos, políticos y económicos haga suyo este proyecto, lo dinamice y lo coloque como tarea común en agenda local diaria de todos los andinos.
Cuando vemos la tragedia social y económica que está significando la pandemia del Covid 19, este proyecto colectivo nos trae un bálsamo de confianza en que hay un futuro por el cual vale la pena trabajar. En fin, si vamos a soñar, hagámoslo en grande!