Por: Dr. Denis Panozo Villarroel
Cáncer que más afecta a las mujeres en el mundo. Sin embargo muchas postergan la visita al médico, pese a presentar otros síntomas que revelan la presencia de la dolencia, porque piensan que sólo se identifican con una inflamación. Se suele pensar que revela la existencia del cáncer del seno es la inflamación en algunas de las mamas. Pero no es el caso, hay otras señales, como cambio en el pezón, que tambien indican que se está desarrollando la enfermedad. Así lo evidencia el hecho de que uno de cada seis diagnósticos comienza con síntomas que no incluyeron la aparición de un bulto en los senos.
Las mamas se inflaman mensualmente junto con el período de la menstruación, producto del cambio hormonal que se produce en el ovario de las mujeres, cada mes regulado por la hipófisis, glándula ubicada en la base cerebral, (en una formación que se conoce como silla turca.). En este período las múltiples glandulitas que forma la mama se llenan de un líquido y las mamas se ponen turgentes y molestan un poco, no así cuando las glándulas se han fibrosado, es decir, se han endurecido, el dolor es mayor y las glándulas se hacen notar a la palpación y producen molestias hasta con el roce. Este cuadro es frecuente y se conoce como mastopatía fibroquística, que por suerte es una patología benigna.
Lamentablemente los nódulos mamarios que aparecen y no son dolorosos son los que terminan en cáncer. Las mujeres siempre tienen que tocarse sus senos, con la mano abierta apretar la mama contra la pared costal, lo normal es que no duelan y no se palpen lesiones nodulares o quistes, y si se encuentra algo sólido y no molesta acuda al médico, al igual si hay alteraciones a nivel del pezón de las mamas. Ahora cuando al palpar estos nódulos están inflamados y duelen, es por los cambios hormonales, es así que el dolor aparece y desaparece cada mes en relacion a la mestruación.
No olvidar que si el cáncer de mama se logra pesquisar en sus inicios el pronóstico es súper bueno, además su tratamiento es más simple y no tan invasivo, como ocurre cuando el diagnóstico es tardío.