Por: Diana Paredes, académica Facultad de Medicina U. San Sebastián
La muerte de un familiar siempre es dolorosa, aunque muchas veces se piense que se está preparado para afrontarla, el fallecimiento de un ser querido duele en lo más profundo del alma y más aún si se sabe que esa muerte se pudo haber evitado, por ejemplo, con un control periódico con el médico y exámenes pertinentes.
Así lo es en el cáncer de mama, la patología que más defunciones por tumores malignos provoca en las mujeres chilenas. No obstante, este tipo de enfermedad da la ventaja que es detectable mediante una mamografía y a través de ella se puede diagnosticar en etapas iniciales, incluso antes que la mujer sienta alguna molestia. Si el cáncer es tratado en sus primeras etapas, hay un 95% de curación con los actuales conocimientos médicos.
La recomendación, por tanto, es que una vez cumplido los 40 años, todas las mujeres deben tomarse la mamografía una vez al año y cada mes realizarse un autoexamen de mama. Es muy importante destacar sí que, independiente de realizarse mensualmente el examen físico, éste no reemplaza la mamografía anual, ya que sólo en este último caso se es capaz de detectar un cáncer en forma rápida y oportuna.
En el caso de mujeres con factores de riesgo como tener familia directa materna o paterna con antecedente de cáncer de mama, ovario, colon y/o próstata, uso de terapias de reemplazo hormonal en mujeres menopaúsicas o métodos anticonceptivos hormonales o estar con sobre peso u obesa, deben estar más atentas y acudir a su médico o matrón/a para adelantar o comenzar este control para un diagnóstico precoz de la enfermedad.
Por favor, ayudemos a salvar vidas, compartamos esta información y hagamos consciencia de que el cáncer de mama detectado a tiempo se puede curar.