En mi calidad de candidato a Alcalde de Los Andes, deseo invitar a toda la familia andina a ser parte de nuestro proyecto por una nueva ciudad. A construir una gestión cercana, eficiente y transparente. A entender Los Andes como una ciudad diversa, con diversas problemáticas. A modo de ejemplo, los vecinos de la Ruta Internacional, desde hace muchos años vienen liderando demandas de mejor calidad de vida, y muy pocas de ellas se han implementado en la realidad
En mi calidad de candidato a Alcalde por Los Andes, quiero representar las problemáticas de los vecinos de la ruta internacional, la preocupación por los constantes accidentes, la falta de luminarias, pasarelas y paraderos. Y enfrentar con mucha decisión la presencia de parqueaderos ilegales y de camiones con cargas peligrosas.
Las consecuencias de este problema ha generado accidentes de tránsito y de peatones, muertes, atropellos, sensación de inseguridad para peatones y automovilistas, presencia de camiones con cargas peligrosas e inflamables cerca de casas y colegios. Un riesgo permanente para los residentes y usuarios de esta vía.
Nuestra ruta internacional, desde siempre, ha sido un lugar residencial de mucha tranquilidad y hoy constituye una comunidad viva de vecinos, con un gran número de familias jóvenes, adultos mayores y muchos niños, por lo mismo, estamos a tiempo para revertir estas problemáticas de carácter social que siguen esperando soluciones y decisiones políticas efectivas.
Hay que mejorar el transporte público en este sector, las frecuencias, el tipo de vehículos e introducir nuevas señalizaciones. Debemos promover un nuevo trato a los adultos mayores y a las personas con capacidades diferentes, adaptando esta locomoción a sus necesidades en el marco de una ciudad sin discriminación, esta tarea siempre debe ser liderada por el Alcalde de Los Andes y su mirada integradora.
Esperemos que la mesa técnica de trabajo en curso, logre aprobar e implementar un proyecto integral de inversión para las comunidades del camino internacional, y la vez, entregar seguridad a sus habitantes e integrarlos al desarrollo social y económico de la comuna, generando lazos de identidad, para fomentar el turismo y fundamentalmente como política pública de ordenamiento territorial y bien común.