Por: Jorge A. Walters A.
En los tiempos que corren, gracias a la Pandemia del COVID-19 quedó al descubierto en todo el mundo, una inequidad para muchos, jamás imaginada que, como especie humana, debiera llenarnos de vergüenza.-
Este hecho, sin duda, no es producto de la casualidad sino, de una planificación de las clases más pudientes y obviamente de la autoridad civil y confesional, amparada por un sistema socio-económico propicio para su enriquecimiento y para que, la gran masa de seres humanos, de todo el mundo, permanecieran en la ignorancia y por siglos, se sometiera sin chistar, a una cruel desigualdad y a un abuso casi propio de la esclavitud.-
Chile no fue la excepción, así quedó en evidencia el día 26 de Agosto recién pasado, cuando se celebró el Aniversario N° 100 de la promulgación de la “Ley de Instrucción Primaria obligatoria”.-
En nuestro país y seguramente en muchos otros, se ha hecho costumbre, antes, más que ahora que, cuando alguna familia sufre alguna desgracia de proporciones, o la enfermedad de alguno de sus miembros y por su alto costo no es posible solventar, o por no estar cubierta por algún Seguro de Salud, la comunidad en forma empática y solidaria, acude en su auxilio, realizando Beneficios como: Colectas, Bingos, Rifas, etc. lo que habla muy bien de su sensibilidad y AMOR al prójimo.- Algo similar ha ocurrido en los últimos meses, en la gran mayoría de las Comunas en que, la ciudadanía ha mostrado su generosidad al organizar “Ollas Comunes” , para ir en auxilio de las miles de familias carentes de recursos para adquirir el mínimo de alimentos para subsistir y que, el Estado, no obstante el esfuerzo desplegado, ha sido incapaz de hacerlo plenamente.-
Confucio en el pasado señaló muy sabiamente al respecto lo siguiente: “ Si a un hombre la regalas un pez para comer, habrás calmado su hambre por una vez…Ahora, si le enseñas a pescar, se la habrás solucionado para siempre”.-
Por ello, es responsabilidad de los Gobiernos de todo el mundo, el crear las condiciones para que, las Economías de cada país, estén estructuradas de modo que, todo ser humano disponga de Trabajos de calidad que generen los recursos necesarios, para tener acceso a la Salud, a la Educación y a las oportunidades, para vivir y pensionarse dignamente.-
La Caridad o AMOR al prójimo, debiera entenderse como el propósito decidido de que los hombres tomen razón de sus deberes y derechos y cumplan con su destino que, no es otro que, acceder a una vida diga y plena de oportunidades.-
La Caridad para Maimónides se puede clasificar en 8 Niveles.- Siendo el octavo el que mejor cumple su objetivo sin ofender.-
Este médico, filósofo y matemático hispano-judío nacido en Córdoba, Maimónides (1135-1204), resumió en ocho grados la práctica de la limosna o Caridad.
La Tzedaka es un concepto de justicia social en el judaísmo. Es uno de los preceptos más importantes, que la tradición milenaria prescribe, junto a la teshuvá (el arrepentimiento) y la tefilá (la oración)
Dice Maimónides -como fruto de su largo estudio de esta tradición hacia los pobres que, existen 8 grados en el deber de la caridad, y es destacable el último grado, que es el más perfecto según el pensador judío.-
Ellos son:
1.-DAR DE MALA MANERA: El primer grado consiste en dar con renuencia, o contra la propia voluntad. Es una limosna de mano, no de corazón.-
2.-DAR VOLUNTARIAMENTE ALGO: El segundo grado es dar alegremente, pero no en proporción a la necesidad del afectado.-.
3.-DAR DESPUES QUE SE LE PIDE: El tercero consiste en dar con alegría y en proporción, pero sólo después de serle solicitada la ayuda..-
4.-DAR ANTES QUE SE LE PIDA: El cuarto grado es dar alegremente, en proporción y sin serle solicitado, poniendo sin embargo, la limosna en la mano del pobre, provocándole una dolorosa emoción de vergüenza.-
5.-DAR ANÓNIMAMENTE: El quinto es dar de manera tal, que el necesitado recibe la limosna y sabe quién es el benefactor, sin que éste sepa quien la recibe.-
6.-DAR A PERSONAS DETERMINADAS SIN QUE ELLOS LO SEPAN: El sexto grado es saber quiénes se benefician de nuestra caridad, sin que ellos lo sepan.-
7.-DAR SIN QUE NADIE SEPA QUE SE DIO (ni benefactor ni donante): En el séptimo grado se distribuyen las limosnas de manera tal que, ni el benefactor sepa quiénes son ayudados, ni éstos sepan quien los ayuda. Eso hacían los antiguos judíos caritativos en el Templo. Había en aquél sacro edificio un lugar llamado «Cámara del Silencio o de In-ostentación» donde los buenos depositaban secretamente lo que su generoso corazón les sugería y con lo cual las más respetables familias pobres eran ayudadas con igual discreción.-
Finalmente:
8.-EVITAR LA POBREZA DANDO EDUCACIÓN Y TRABAJO: El octavo grado, el más meritorio, es anticipar la caridad, evitando la pobreza; ayudar al hermano empobrecido ya sea con un presente considerable, ya sea enseñándole una profesión o estableciéndolo en el comercio, para que él pueda ganarse honestamente la vida y no se vea obligado a extender la mano buscando .-
Pareciera que, es perfectamente posible que, nuestras consciencias ilustradas, alivianaran esa pesada carga de tanto remordimiento soportada por años y permitiéramos que desde nuestro corazón surgiera libremente el AMOR hacia nuestros semejantes, todos(as) seríamos Felices de verdad.-
Si Ud. concuerda con todo lo señalado, Decrete con fuerza y convicción… ¡¡¡ QUE ASÍ SEA !!!