Una buena madre, una hermana, una buena esposa, abuela, bisabuela, tía… en resumen, una buena mujer. Así fue Carlota Nazar Aguilar, una mujer esforzada, trabajadora, alegre, respetuosa, de pensamiento liberal, humanitaria, cariñosa, emprendedora, soñadora, poeta, preocupada de su familia, muy creyente y heredera de una enorme vocación por el prójimo.
Amante de su querido Los Andes -sobre todo de su centro histórico, donde todas crecimos-, era de esas pioneras que rompieron los esquemas en la mitad del siglo XX, cuando era poco común ver una mujer trabajar, allí estaba ella con su fábrica de somieres y la tienda que les dejó su padre, la extinta “América Latina”.
Un 12 de enero de 1927 llegaste a estos terruños, como la cuarta de cinco hermanas; hoy, 30 de agosto -91 años después- nos dejas un legado de amor y cariño. Tu vida no estuvo exenta de problemas, y te caracterizaste por darles frente como mejor pudiste, ejemplo impagable para quienes te conocimos.
Entrañable amiga de sus hermanas, madre de tres hijas, abuela de 9 nietos y 7 bisnietos, agradecemos a la vida el haberte puesto en nuestro camino, y ten seguro que te extrañaremos con el alma.
Como familia agradecemos a todos quienes nos han acompañado durante este difícil momento, e invitamos a quienes deseen despedirla a la misa de responso, que se realizará hoy viernes 31 de agosto, a las 12:00 horas, en la iglesia Santa Rosa de Los Andes
Nonnita, que Dios te reciba en su reino.
María José Jury