El violento y brutal asalto que seis antisociales perpetraron en contra de la tripulación y de los 40 pasajeros de un bus Ahumada cuando se desplazaba desde Santiago con destino a San Felipe, tuvo la preocupación del Gobierno cuando el Subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, recibió a los dirigentes de Fenabus y a los representantes de la empresa afectada, Juan Eduardo y su hijo Mathias Quiroz.
La inmediata reacción del personero fue que el Gobierno se hará cargo de los brotes de violencia en la ruta que se evidenciaron el miércoles pasado cuando la máquina de Buses Ahumada fue interceptada por un grupo de delincuentes que irrumpió en la ruta Santa Teresa, a la altura de Huechún, hiriendo con una escopeta al conductor Ramón Carriel y golpeando al auxiliar José Méndez, a la vez que despojaron de sus pertenencias a ocho pasajeros, causando el natural pánico por el asalto.
Al término de la audiencia de los dirigentes del transporte de pasajeros con el Subsecretario Aleuy encabezados por su presidente Marcos Carter, se acordó que el Gobierno instruirá a las policías a realizar un mayor control en la ruta y, al mismo tiempo, se presentará una querella por la Ley de Control de Armas destinada a avanzar en la investigación que permita la identidad de los integrantes de la banda que atacaron al bus. A su vez, Buses Ahumada también iniciará acciones legales para perseguir a los antisociales.
Por otra parte, el gerente de Buses Ahumada, Mathias Quiroz, junto con su padre Juan Eduardo, expresó su satisfacción al término del encuentro con el Subsecretario por las medidas que el Gobierno va a adoptar para frenar estos delitos en las carreteras.
Con relación al estado de salud del chofer herido en el asalto, Quiroz indicó que ya fue dado de alta del centro asistencial donde fue atendido, y en tanto el auxiliar se encuentra con licencia y asistencia psicológica.
