A partir del jueves comenzó la «invasión» de turistas argentinos que vienen a presenciar la llegada del Año Nuevo en el Mar.
A partir del pasado jueves y hasta el mediodía de ayer la cifra de argentinos que ha cruzado la Cordillera de los Andes para presenciar la llegada del Año Nuevo en el mar alcanzaba a unas diez mil personas.
El desplazamiento de los transandinos hacia territorio chileno pasando por Los Andes se hizo con cierta fluidez, con esperas que fluctuaron entre media y dos horas el primer día, pero el sábado la fila de vehículos para llegar a los controles fronterizos se tornó extensa y con ello la espera se prolongó hasta en tres horas.
De acuerdo a información conocida en el complejo Los Libertadores, la demora ocurrió debido a una caída del sistema computacional de Migraciones de Chile, que se prolongó por espacio de una hora. Durante ese lapso fue aumentando la fila de vehículos ante 14 de las 16 casetas de atención que se encontraban habilitadas.
Los turistas más pacientes esperaban con tranquilidad, pero no faltaron quienes se adelantaron originando la protestas a través de bocinazos de otros conductores que se encontraban en la fila. Ello motivó la intervención de Carabineros que lograron poner orden. Pero de todos modos la espera fue considerada aceptable, comparada con años anteriores en que los turistas tuvieron que esperar hasta 6 horas para cruzar el macizo andino.