Chilenos, reencontremos el camino

Chilenos, reencontremos el camino

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Por: Eugenio Astudillo

Todo en este mundo tiene su origen y razón, nada es casual o pasa por pasar, máxime si son cosas que de alguna forma afectan a los grupos humanos, sobre todo en un país tan dividido como el nuestro, en el cual, los principales exponentes de la cuestión publica nunca han hablado con la verdad y pierden la mayoría de su tiempo tratando de explicar lo inexplicable, creyendo aún que el pueblo y la sociedad de ahora, sigue siendo una masa inconsciente de personas proclives a dominar con ideologías y modelos que tanto han vapuleado a países en otras latitudes y en otras épocas de nuestra patria.

Que los chilenos nos hacemos. ¡Nos hacemos!, pero de ahí a que somos de las chacras. ¡No somos¡ Que somos lentos para reaccionar o nos gusta hacernos los desentendidos ante cosas comprometedoras, es verdad, pero, de ahí, a tragarnos la rueda de carreta de que todo lo sucedido recientemente en el país ha sido fruto de actos espontáneos, por casualidad e instinto revolucionario del pueblo , no se la cree ni el diablo.

El pasar de los días ha demostrado que tras los actos vandálicos de los primeros días de protesta, SI había manejo y coordinación de grupos organizados. Las primeras declaraciones de los políticos no dejaron nada en claro, en espera de buscar algún elemento para sacar partido y culpar al presidente, por su gestión de un año y medio, y/o por su falta de muñeca. Cuando la cosa se estiró por temas de más de 30 años, moderaron un poco su discurso, pero igual culparon a Piñera, a pesar que uno de esos líderes del Congreso, se hizo famoso por tener a punto una Retroexcavadora en todo el período del gobierno pasado, y no la uso para nada en mejorar las justa quejas del pueblos que ya acumulaba rabia. Fallado esto, y cuando se dieron cuenta que el pueblo no pedía la cabeza del presidente, si no el cambio de estilo de toda la elite política representativa del país, optaron por atacar en forma esquizofrénica la acción de Carabineros, los cuales, si bien es cierto están preparados para tratar multitudes, no tenían experiencias en tratar bestias enajenadas y organizadas como aquellos que atentaron en las diferentes estaciones del Metro, a la misma hora, con los mismos elementos, y en lugares claves para entorpecer su normal funcionamiento por mucho tiempo. Es más, nunca se les pasó por la mente al extremo de la insensatez a la que iban a llegar algunos de los que se decían defensores de las causas del pueblo, que solo hicieron cosas deleznables contra la sociedad toda, que complicaron aún más la existencia diaria, de los sufridos pobladores que sufren todos los días la desigualdad.

Toda esta incertidumbre, el baile de máscaras de los dirigentes de siempre que buscan cámara en estos difíciles momentos, el mal tratamiento, intencionado e interesado de las noticas del tema; parciales, emitidas por periodistas poco éticos de algunas estaciones de Televisión, debe terminar lo más pronto posible. Ojalá ahora, ya que la gente se está aburriendo de estos excesos, de los extremistas y encapuchados que distorsionan y lesionan gravemente el objetivo de las protestas pacíficas, y ojalá, todas estas manos negras que prepararon esta forma violenta de presentar el descontento de la población, asuman con vergüenza y responsabilidad, que han sido los organizadores responsables de esta desgracia que han afectado al país; reconociendo que en su ambición de tener ganancias políticas por secretaría de estos hechos, el tema se les escapó de las manos, y que tomen – aún es tiempo – por lo menos una vez en su vida, una decisión altruista por Chile, analizando conscientemente lo que la ciudadanía hoy está reclamando, incluso más allá de beneficios económicos particulares, solo por PAZ, PAZ, PAZ.

La mayoría de los chilenos queremos una patria unida y armoniosa, un país con oportunidades y futuro, y lo que es más, un pueblo con más igualdad, sin abandonar la máxima de que nuestro país vuelva a ser considerado y respetado por la calidad de su gente, y la responsabilidad de sus autoridades.

Si bien es cierto el actual gobierno no es cien por ciento responsables de la crisis actual que vive el país, no es menos cierto que el sector que él representa tiene muchos abusos instaurados que el pueblo reclama y con razón, porque a todas luces, en nuestra legislación existen varios privilegios y leyes que dan mucha manga ancha para que ciertos militantes del sector pudientes, presionen usurera mente al pueblo, al cual lo han afectado con colusión, corrupción y tráfico de influencias desde hace más de 30 años.

Después de todo lo pasado en estas últimas tres semanas es hora de la reconciliación. No podemos seguir dando el espectáculo denigrante que ha tirado por la borda todo lo bueno reconstruido después del 11 de Septiembre. Personalmente me tocó vivir esa época y sus consecuencias, por lo cual, con mucha razón y respeto pido a Dios que la madures y responsabilidad guie a los que hoy transitoriamente ejercen cuotas de poder en el país. Muchos de ellos se vienen repitiendo el plato desde el regreso de la democracia, y aún los obsesiona el poder y sus intereses. A ellos les pido, dejen a la nueva generación que ordene la casa de acuerdo al futuro que ellos quieren y vislumbran. Entiendan que ya se les pasó la hora. La cosa no es nuevamente dividir para después exiliarse, como en él 1.973. Recuerden lo que dijo con mucho sentimiento el ex presidente Aylwin en el Estadio Nacional: ”Chile es uno solo” REENCONTREMOSNOS…..

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