Por: Pedro Ávila, Sociólogo
(Primera Parte)
Desde antes de la campaña presidencial pasada, hasta ahora con el proceso constituyente, hemos escuchado en demasía el concepto de “Chilezuela”. Si ganaba Guillier, el chavismo se instalaba en Chile, así de claro y directo era el mensaje. Hoy, el origen del miedo se fundadamenta en que si se cambia la constitución, se estaría pavimentando el camino hacia una situación tan desastroza como la que vive el país petrolero. Pero, más allá de lo absurdo que suena esto, la premisa se ha repetido tanto, que muchas personas genuinamente temen que ocurra algo así. Y por lo tanto, es necesario entender por qué una afirmación como tal carece de toda lógica.
Los procesos sociales y políticos que han vivido Chile y Venezuela son diametralmente distintos. No solo tenemos sociedades con idiosincracia e historias distintas, sino que además, el desarrollo de los acontecimientos que llevaron a Venezuela a convertirse en lo que es hoy, no tiene ni la más mínima relación con lo que está ocurriendo en nuestro país.
Para entender bien esto, debemos repasar lo que ocurrió en Venezuela y, a lo menos, remontarnos al denominado “Caracazo”. Ocurrido el 1989, este evento se refiere a una serie de fuertes protestas en contra del entonces presidente Carlos Andrés Pérez, cuya represiva respuesta, terminó con un saldo de 276 muertos y miles de heridos.
Ante ello, varios coroneles liderados por Hugo Chávez, dijeron básicamente “yo no firmé para masacrar a mi pueblo”, y realizaron un conato de golpe de Estado contra el presidente. Chávez es capturado, mientras los combates continúan en diferentes partes del país y de la capital. Con el fracaso del golpe ya consumado y, para que las tropas rebeldes se rindan sin que corra más sangre, llevan a este desconocido personaje al Palacio de Miraflores y lo ponen en cadena nacional, para que pida la rendición de sus soldados. Haciendo caso omiso del texto que le habían ordenado decir, un apesadumbrado pero estóico Chávez dice: “compañeros, lamentablemente, POR AHORA, los objetivos que nos planteamos no fueron conseguidos”. Ese “por ahora”, marcaría un tremendo hito en la historia política venezolana y por cierto, en la de Chávez.
Gracias a que los genios del oficialismo lo hacen nacionalmente famoso con la transmición en vivo, lograron que un fracaso militar se convirtiera en éxito político. Por lo que Chávez, a pesar de ser enviado a la cárcel, empieza a tener cada vez más seguidores, quienes comienzan a verlo como el salvador de todas sus penurias y, presionan con cada vez más fuerza al gobierno para que sea sobreseido de sus cargos. Cosa que logran el 1994, siendo Chávez liberado, para salir de la cárcel como un líder político que inicia de inmediato su campaña presidencial. (continúa mañana)