Claudicación intermitente

Claudicación intermitente

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Por: Dr.Denis Panozo Villarroel

Se trata de una patología que normalmente aparece sobre los cincuenta años, término que los médicos llaman cuando el paciente comienza a presentar un cansancio y dolor a las piernas, de las rodillas a los pies, y principalmente duelen los tobilos al poco rato de caminar, que lo obliga parar y descansar un momento y luego vuelve a caminar.

Esta patología es más frecuente en hombres y aparece a más temprana edad cuando estos son diabéticos y adicto al cigarrillo, es decir fumadores crónicos porque estos males provocan daño al sistema circulatorio, y a nivel de las extremidades inferiores, donde aparece más tempranamente, provocando una estrechez del lumen de las arteriolas y capilares que se traduce en una disminución de la irrigación que induce a una anoxia(falta de oxígeno) de los tejidos, principalmente de los músculos de los tobillos provocando los dolores.

La diabetes, enfermedad que daña per ser la irrigación, es potenciada por el tabaquismo, que junto al daño vascular la arterioesclerosis que aparece a esa altura de edad, ahora también ayuda la herencia genética de los pacientes, es decir la calidad de los vasos sanguíneos que heredamos y la mala alimentación, el exceso de alimentos grasos en nuestra dieta diaria y la poca actividad física. Además, el sedentarismo que es el mal de esta época, la diabetes que provoca un serio trastorno metabólico, es decir altera seriamente nuestra calidad de nutrición de nuestro cuerpo. El fumar adelanta el proceso de ateroesclerosis a nivel de todo el organismo, por lo cual daña nuestro corazón, los riñones, la aorta en su totalidad y otros grandes vasos sanguíneos.

El cansancio a las piernas se acompaña por hipersensibilidad al frío parestesias es decir adormecimiento de los pies, dolores y calambres, es decir, nuestras extremidades inferiores claudican frente a la exigencia física del caminar o correr. Estas noxas limitan mucho los movimientos de las personas, además esta mala irrigación provoca lesiones tróficas, es decir los tejidos no reciben la alimentación ni la oxigenación necesaria, y en los hombres desaparecen los pelos de los tobillos, se adelgaza y cambia de color la piel y comienzan aparecer lesiones como las úlceras de difícil tratamiento, dolorosas y además para rematarla se convierten en una zona donde se forman coagulos que pueden migrar en cualquier momento y originar cuadros de trombosis letales, como un infarto pulmonar o un infarto cerebral, por lo cual es necesario buscar ayuda antes de llegar a esos extremos.

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