Por: Janet Cossio, Facultad de Medicina Universidad Andrés Bello Viña del Mar
Durante todo el siglo XX y XXI, Chile, ha mejorado sus indicadores de salud. La cobertura y acceso a agua potable, alcantarillado domiciliario, mejoramiento de higiene ambiental y disposición de aguas servidas, ha apoyado este avance, dejando atrás diversas enfermedades infecciosas. Sin embargo, hoy nos encontramos con casos de cólera, que según primeros indicios, se estarían provocado por la cepa no toxigénica de la bacteria vidrio choleare. En la época de los noventa tuvimos un aumento de casos que motivó el llamado a cuidar la higiene, es decir, lavarse bien las manos después de ir al baño y antes de consumir los alimentos, junto a consumir solamente agua potable para evitar consecuencias de esta enfermedad. Las consecuencias de esta enfermedad son diarrea profusa con aspecto de agua de arroz, provocando deshidratación severa y riesgo vital. Si bien, ante estos casos, sólo nos queda esperar que se trate de casos aislados, no debemos olvidar lo esencial de tomar las medidas básicas de higiene, las cuales, en definitiva, son siempre las más efectivas y necesarias