COMBATIENDO EL ENSAÑAMIENTO

COMBATIENDO EL ENSAÑAMIENTO

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Por: Eugenio Astudillo.

Según la Real Academia de la Lengua Española y el Código Penal del mismo país, el ensañamiento es una circunstancia agravante de la responsabilidad criminal, que consiste en aumentar inhumanamente y de forma deliberada el sufrimiento de la víctima, causándole padecimientos innecesarios para la comisión del delito.

O sea, para ser más claros: el ensañamiento consiste en aumentar inhumanamente y de forma deliberada el sufrimiento de la víctima. El Código Civil Chileno describe como un crimen con ensañamiento, cuando es aumentado deliberada e inhumanamente el dolor a la víctima.

He descrito estas definiciones no para introducir un tema técnico legal, sino para que nosotros tomemos conciencia de los horrendos crímenes que en los últimos tiempos están sucediendo en el país; también en otros, pero los que más nos interesan son los que suceden dentro de nuestros límites, porque indica que algo anda mal en la cabeza de algunos chilenos que cometen estos atroces delitos, y también en el otro gran resto de connacionales, que si bien es cierto se conmueven ante estos hechos, no manifiestan su repudio o estupor en forma pública ni familiar.

Los males sociales como la delincuencia; en todas sus aristas; robos de autos, portonázos, quitadas de drogas, homicidios, agresiones varias, manifestaciones públicas agresivas, lanzazos, bulling, etc., han superado todo los márgenes esperados o conocidos hasta el momento, con crímenes atroces, que aparte de ser; algunos con alevosía, otros caen; también, en los calificados de, con ensañamiento, como la chica quemada en una maleta en Providencia, el profesor descuartizado de Villa Alemana, y tantos otros asesinatos en donde los cadáveres son ultrajados, mutilados, o vejados de tal manera una vez muertos, que resulta increíble suponer que sus autores criminales hayan, o estén, conviviendo día a día con nosotros, en una sociedad normal.

Ante este evidente salvajismo en el respeto a los Derechos Humanos de los hechores, no podemos hablar que es solo por culpa de la droga y sus ya cotidianas pasadas de cuentas o peleas entre carteles. En todos, o en la mayoría de estos crímenes recientes, hay algo más que tiene que ver con la educación, la ética y las costumbres de ahora, en donde cada cual hace las cosas como se les da las ganas, sin considerar la moral, los valores, el respeto a los derechos humanos ,ni el respeto a la vida, etc., falencia que incide notablemente en el ensañamiento de las acciones delictuales que ejecutan, porque en una sociedad sin valores todo está permitido.

Para que seguir en búsqueda; en otra parte, de explicaciones para esta caída libre social contemporánea, en donde todos, de alguna manera, somos responsables de que existan excesos, ya sea por despreocupación, por omisión y/o por indiferencia en la formación social de las nuevas generaciones. Lo anterior no es culpa de la enseñanza formativa, sino que la de la educación. En el colegio se enseña y en la casa se educa, y en esto último hemos fallado desde hace mucho tiempo. Padres preocupados de su desarrollo profesional y de sus temas sociales particulares indiferentes a las conversaciones formativas, que cuando tiene “algo” de tiempo en casa ven teleseries violentas frente a los niños no importando la censura por edad establecida para menores, que por no hacerse el tiempo para jugar con sus crías encienden estos aparatos con múltiples canales con programas nefastos para los niños o entregan sus celulares sin restricción a sus hijos para que estos vean la violencia que se les ocurra, mientras ellos arreglan su mundo de apariencias y arribismos, Padres que en sus momentos de unión familiar se exceden en tragos y en violencia verbal, y/o, se refieren a las autoridades del país en forma insolente y degradante frente a los niños, a los cuales después les permiten que las garabateen de diestra a siniestra; como una gracia, aceptando hasta que la relaciones entre hermanos sea insolente, competitiva, y violenta, situaciones que; tarde o temprano, son parte de los componentes básicos de las acciones de ensañamiento en estado de rabia.

Nótese que no solo estamos hablando de los ensañamientos en crímenes, sino no que también en el ensañamiento en destruir la imagen y la trayectoria del eventual contrincante,

En momentos que la religión está cuestionada en lo moral; entre otras cosas, en que la mayoría de las instituciones fundamentales de país están en tela de juicio por la corrupción, en donde la droga se consume en Chile más que el pan batido, en donde tenemos autos, tecnología y dinero, y como contraparte familias desarmadas o desintegradas, hagamos un último esfuerzo por la grandeza de nuestros niños, orientando y mostrándoles un verdadero futuro limpio y sano a los chiquillos, sin violencias y odios, con valores básicos de convivencia, con respeto a la vida y al entorno, con el valor de la disciplina, con apego a sortear lo difícil y a la voluntad positiva, y por sobretodo con tolerancia, para que nuestra diferencias y discrepancias con los demás no lleguen a conductas de ensañamientos.

No queremos más descuartizados por arrebatos o venganzas. No queremos nietos matando abuelas para robarles dineros y comprar drogas. No queremos que se maten entre pololos por celos y/o frustraciones de la vida, No queremos más tecnología perturbadoras, ni menos drogas adictivas que lleven a nuestros muchachos a la violencia y/o venganzas; menos al ensañamiento con sus eventuales rivales.

Lo que necesitamos es decirles a los chiquillos que como hijos nuestros los queremos a ustedes; el futuro de Chile y del Mundo. Que nos abran la puerta de su universo nuevo y diferente para nosotros y aprecien que todo lo que hicimos como generación fue para hacerlos grandes y mejores a ellos. Que si a nosotros no tocó vivir episodios de violencia y eso no lo queremos para ellos en el futuro. Que sean Tolerantes, observadores y armoniosos, que, por último, cierren la puertas al odio, a la violencia, y principalmente al ensañamiento, contra todo el eventual competidor y/o contrincante.

La muerte de Jesús fue con ensañamiento, evitémosla en todas sus formas. Viva la tolerancia, el respeto y el amor¡

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