Por: Hno. Ángel Gutiérrez Gonzalo
El domingo de Ramos, que ayer celebramos, nos introduce de lleno en la Semana Santa, en la que recordamos y actualizamos los misterios de nuestra salvación. Semana Santa, porque celebramos los hechos más sagrados en los que más se manifiesta la santidad de Dios. Es una fuerte interpelación a dejarnos santificar.
¿Cómo vamos a celebrar la Semana Santa?. No basta con los actos tradicionales más o menos piadosos. Hay que meditar los misterios de Cristo; hay que actualizar su Pasión y su Resurrección, haciéndote presente hoy, que qcercarse a todos los que sufren y los que esperan. No basta ser espectador. Tenemos que celebrarla y vivirla.
Por tal motivo, invito a participar en el Retiro del Viernes Santo, 19 de abril, que tendrá lugar en el Instituto San Martín, a todos los integrantes y amigos de la Familia Marista, también a usted, estimado lector. El tema del Retiro será el siguiente: ¡Toma tu Cruz! el discípulo no puede ser más que su Maestro.
Comenzará a las 9,00 horas, en la Capilla y finalizará puntualmente a las 12:30 horas. La entrada será por Carmen 241 y deben traer lo siguiente: Mucho entusiasmo y alegría, la Biblia o el Nuevo Testamento, un lápiz y una crucecita o Crucifijo.
Espero poder vivir y compartir con ustedes esta hermosa experiencia de Dios.
En esta Semana Santa, el Señlor quiere introducirnos en lo más íntimo de su morada, en la bodega interior, en la que guarda los mejores vinos. Esa bodega interior no es otra cosa que su corazón. En él encontramos las fuentes inagotables de la gracia y la misericordia. Allí, el venero de aguas limpias y purificadoras que mana sin cesar. Allí, vinos de distintas marcas, todas excelentes.
• El vino con “etiqueta de alegría” vino blanco, muy suave y espumoso; es un quita-penas, radical; produce una alegría inexplicable y duradera que se contagia sin querer.
• El vino con “etiqueta de dolor”, rojo intenso, parecido a la sangre; posee una gran fuerza y es muy apropiado para el testimonio y martirio; un vino que enamora de la cruz.
• El vino con “etiqueta de amor”, un tinto de alta graduación, con efectos rápidos que te saca de ti mismo, te coloca en éxtasis verdadero; ya no vives en ti y para ti; vives fuera de ti, para los demás.
• El vino con “etiqueta del Espíritu”, es el más subido y concentrado, es a la vez dulce y fuerte, gozoso y compasivo, ardoroso y pacífico… Sí, este es un vino que concentra y recoge las escencias de los demás, que los contiene a todos y está en todos. Es la joya de la bodega.
Amigo lector: penetra en la bodega de Cristo y embriágate con sus mejores vinos. Embriágate de su Santo Espíritu, que te capacite para la entrega; que asumas su pasión prolongada; que te identifiques y compenetres con él.
En esta Semana trata de vivir los misterio de la Redención.
Ora y contempla la Cruz de Cristo levantada sobre cada pobre, grabada sobre cada enfermo, entrañada en cada testigo y mártir.
El Viernes Santo, Jesús te espera…
ven al Retiro Espiritual.