Sus campamentos del área industrial cuentan con mejores instalaciones para trabajadores y, sobre todo, para trabajadoras. nuevas habitaciones y gimnasios, salas de esparcimiento y descanso, nuevas salas de cambio, mejoras en casinos e internet liberada, son algunas de las mejoras.
Con el reconocimiento de nuestro patrimonio nacional y local como norte, el emblemático Liceo Max Salas de Los Andes desarrolló su Semana del Patrimonio, instancia en la cual docentes y estudiantes asisten al encuentro de nuestras raíces en actividades tanto dentro como fuera del aula, desde exposiciones culturales hasta intervenciones artísticas.
La inauguración de la edición 2018 de esta semana contó con los invitados de Escuela El Sauce y su cofradía de baile chino “Adoratorio Cerro Mercacha”, dirigido por el profesor de lenguaje y alférez, Mario Martínez, quien cuenta respecto a la importancia de conocer y preservar estas tradiciones: “nuestras tradiciones construyen o son parte de nuestra identidad y un pueblo que no sepa de su identidad o no la reconozca, difícilmente va a tener un buen futuro. Lo que nosotros hacemos es trabajar ese concepto, esa identidad como chilenos, como aconcagüinos y habitantes de esta época. Seguimos una tradición que al menos aquí en el Aconcagua tiene más de mil quinientos años”.
LA IMPORTANCIA DE NUESTRA HISTORIA
La semana del patrimonio tiene un sitial importante dentro de las actividades realizadas por la unidad educativa, esto debido a que mediante distintas tareas e investigaciones se logra que los estudiantes sepan más de su entorno, historia y familia trabajando en dos grandes ejes, así comenta Rebeca Bustos, profesora de historia y geografía.
“Primero es el acercamiento al patrimonio arquitectónico local, los alumnos fueron capaces de identificar los edificios patrimoniales del Valle de Aconcagua, buscar fotografías antiguas y confrontarlas con la imagen que tienen hoy de esos espacios. Ahí hay un proceso de reflexión propia de nuestra asignatura. En una segunda experiencia los alumnos tuvieron la oportunidad de revalorizar el testimonio oral, es decir acercarse a miembros de su familia y hacerles una entrevista cualitativa respecto a su historia, la impresión que dejó a los alumnos fue muy relevante porque pudieron relacionarse con la metodología y también con las personas mayores de su familia” cuenta la docente.
