-
La emotiva despedida al paso de la carroza fúnebre por el frontis de Maipú Autoservicio. -
El féretro donde descansa Nelly es bendecido mientras lo escoltan las compañeras de trabajo. -
La fotografía de Nelly Alvarado en la puerta del establecimiento comercial -
Su esposo, hijos, nietos y familiares durante la misa a la que asistió un gran número de personas.
Ayer se realizaron misa, homenaje y funeral.
Numerosas personas de la comunidad andina, entre autoridades, gerencia y compañeros de trabajo del Maipú Autoservicio, comerciantes, amigos, vecinos, cercanos y clientes, despidieron en medio del profundo dolor a la querida Nelly Alvarado Henríquez, de 67 años, jefa del segundo y tercer piso del tradicional establecimiento comercial ubicado en el centro de la ciudad Los Andes, en donde desarrolló una carrera impecable y que el 8 de marzo iba a cumplir 40 años de labores.
El deceso de la funcionaria se produjo a las 15:50 horas del lunes en su domicilio de la Villa Sol y Nieve, de Centenario, a consecuencia de cáncer al pulmón que se le detectó en julio del año pasado, efectuándose el velatorio en la Parroquia Santo Cristo de la Salud de los Padres Pasionistas y en cuyo templo, que estuvo repleto, a las 16:00 horas de ayer se efectuó la misa en que se oró por el descanso eterno de su alma y el consuelo de sus familiares.
A su partida deja a su esposo José Lepe, con quien el próximo 13 de febrero cumplirían 49 años de matrimonio. Sus hijos son Toño (quien falleció el año pasado), Claudia y Alejandro; y tenía cinco nietos, Macarena, Benjamín, Polette, Daniel y Matías.
Fue precisamente en la Parroquia de los Padres Pasionistas donde se conocieron cuando eran niños y posteriormente se casaron, para con el transcurrir de los años siguieron vinculados al participar en movimientos cristianos, efectuaron catequesis familiar y charlas de matrimonio.
Familiares y quienes expresaron sentidas palabras de despedida indicaron que el recuerdo que deja es de haber sido una gran mujer que irradiaba amor, dedicada a su familia con la que compartía y disfrutaba cada momento, que sabía escuchar, humilde, cariñosa, generosa y muy trabajadora, la amiga, comadre y “nina”, entre otras cualidades.
El cortejo fúnebre se desplazó por avenida Chacabuco y calle Maipú, hasta llegar frente al Maipú Autoservicio en donde se apostaron la gerencia y personal que portando globos y pañuelos, además de lanzar pétalos de rosas a la carroza de Funerales Guzmán que transportaba el féretro, tributándole un pequeño homenaje en su último adiós en medio de aplausos, emotivo momento al que también se sumaron trabajadores de establecimientos comerciales cercanos
Luego se prosiguió rumbo al Cementerio Parroquial de Los Andes en donde finalmente fue sepultada junto a su hijo.
