Su cómplice logró escapar por un sitio eriazo
Como C.O.L. fue identificado el sujeto que fue baleado en la cabeza al ser sorprendido ingresando a robar a la distribuidora de gas Andes Cordillera ubicada en avenida Santa Teresa N° 1521.
El hecho se produjo a las 00:40 horas de la madrugada de ayer cuando el imputado en compañía de un cómplice escalaban el cierre perimetral de la distribuidora con la finalidad de robar cilindros de gas, siendo descubierto a través de las cámaras de seguridad por el guardia de seguridad que efectuó dos disparos al aire para amedrentarlos, resultando uno de ellos con un impacto en la cabeza.
Las imágenes de este hecho quedaron registradas en las cámaras de seguridad del establecimiento, las que fueron puestas a disposición de la policía y la fiscalía.
PROVIDENCIAL SALVADA
El herido providencialmente salvó con vida porque el proyectil se alojó entre el cuero cabelludo y el cráneo y fue trasladado consciente hasta el servicio de urgencia del Hospital San Juan de Dios de Los Andes, y posteriormente fue derivado al Hospital San Camilo de San Felipe donde fue intervenido para extraerle la bala, quedando internado en calidad de detenido por el delito de robo frustrado.
El herido declaró inicialmente que en momentos que intentaba efectuar un robo en la distribuidora de gas fue sorprendido por el rondín que efectuó dos disparos, impactando uno de ellos en su cabeza.
ARMA INSCRITA
Carabineros se constituyó en el lugar para interrogar al guardia de iniciales E.A.R.A., quien explicó que el arma que utilizó fue una pistola Famae de 9 milímetros de propiedad del dueño de la distribuidora la que se encuentra legalmente inscrita.
El nochero fue detenido por no poseer permiso para porte de arma de fuego, pero posteriormente por instrucciones del fiscal de turno quedó en libertad a la espera de citación para prestar declaración ante el Ministerio Público.
POR ESCALAMIENTO
El propietario de la distribuidora, Ibar Contreras, señaló que fueron dos hombres los que intentaron ingresar a las dependencias “cortando los alambres de una orilla y escalando la pandera del cierre perimetral hasta un lugar donde había un camión cargado con cilindros vacíos”.
POR LAS CAMARAS
“La persona que se queda en las noches cuidando logró verlos a través de las cámaras de vigilancia que cubren todo el lugar a una apreciable distancia. Los vio cuando estas personas estaban escalando y les tiró un tiro al aire para hacerlos desistir, después les tiró otro pero lamentablemente le pegó en la cabeza a uno de ellos, quien se encuentra fuera de peligro en el hospital de San Felipe”.
Respecto al segundo antisocial dijo que alcanzó a escapar pero antes cayó de cabeza hacia el sitio eriazo que colinda con la distribuidora, por lo cual –dijo- debió quedar muy golpeado al impactar contra unos palos. “Se cayeron de cabeza, cayeron mal”.
“ACOSTUMBRADOS A ENTRAR”
Contreras señaló que no es primera vez que los delincuentes ingresan a su local. “Están acostumbrados a entrar. Esta es la cuarta vez que los delincuentes entrar a robar. En una oportunidad se llevaron una escopeta, y en otra ocasión una máquina de soldar de un amigo. Todas estas denuncias están en la PDI y vamos a ver qué pasa ahora con este nuevo caso, porque podrían ser las mismas personas. Esta vez no robaron nada, pero anteriormente lograron sustraer especies”, dijo.
PERMANENTE VIGILANCIA
En la distribuidora Andes Cordillera hay una importante cantidad de cilindros de las tres compañías de gas, e igualmente en el lugar queda cada noche la flota de camiones, por lo cual se han implementado todas las medidas de seguridad, incluyendo un nochero.
“Las personas que se meten acá lo hacen con el propósito de robar quedando propensos a recibir un impacto como sucedió anoche”.
TODO MONITOREADO
Expresó que toda la propiedad está monitoreada permanentemente por cámaras de seguridad con amplio cobertura que alerta inmediatamente todo movimiento extraño en las dependencias.
“Es difícil que puedan ingresar”, señaló.
MÁS SEGURIDAD
Por último dijo que agregará nuevos elementos de seguridad al local. “Ahora estoy viendo la posibilidad de ponerle cerco eléctrico, aunque tenemos personas que cuidan día y noche, para poder repeler nuevos intentos de robo. Estamos conscientes que en cualquier momento pueden entrar y estamos preparados para eso”, concluyó.