A juicio del concejal Octavio Arellano «el presupuesto municipal no está para hacer regalitos de Navidad a una empresa comercial»
En su sesión de este lunes, la mayoría de los concejales rechazó la propuesta del alcalde Mauricio Navarro de repactar una deuda de arrastre desde el año 2013, mediante una novación del contrato con la empresa Total Transport, que asciende a la suma de 812 millones de pesos, empresa con la cual el municipio mantiene un contrato para la provisión del servicio de camiones de aseo, con un costo de 46 millones de pesos mensuales. La iniciativa fue criticada por lo extemporánea y la falta de información que hubo al concejo sobre dicha deuda, y porque además significaba endeudar al municipio durante los próximos 48 meses, haciéndose presente que el servicio no ha sido de la calidad que Los Andes necesita, ya que son reiteradas las fallas mecánicas de los equipos.
Según el concejal Arellano, el alcalde Mauricio Navarro dio a conocer que la repactación contaba con la opinión favorable del alcalde electo Manuel Rivera.
Al respecto, Arellano, quien se opuso a la iniciativa, señaló que «no corresponde que a quince día de asumir las nuevas autoridades, se comprometa el presupuesto municipal con una deuda de arrastre para los próximos 4 años, materia que deberá enfrentar el nuevo alcalde. No se nos ha mostrado en detalle cada una de las facturas adeudadas y si los servicios fueron prestados a plena conformidad, lo que resulta discutible, ya que toda la comunidad sabe que los equipos han tenido reiteradas fallas, lo que además de dar lugar a descuentos e incluso la aplicación de multas, lo que no nos consta se haya hecho».
Finalmente, el concejal señaló que, en el rol fiscalizador que tienen los concejales, «no es procedente que una deuda en cuotas fijas, no pagada en su oportunidad por la actual administración, se repacte en UF, o sea en cuotas reajustables, ya que ello equivale a darle un regalo de Navidad anticipada a una empresa cuyos servicios han sido deficientes. Yo por lo menos, me opongo a que se comprometa de esta manera el presupuesto municipal y sean las nuevas autoridades quienes deberán hacerse cargo de la deuda, previa auditoría del contrato y de las causas de la deuda de arrastre».