“Fue una pena justa, pero no me van a devolver la vida de mi papá”, expresó hija de la víctima tras la lectura de sentencia
A 11 años de presidio mayor en su grado medio, que el sentenciado deberá cumplir de manera efectiva, más accesorias legales, fue condenado Pedro Andrés Muñoz Collao, de 34 años, en calidad de autor del delito consumado de homicidio simple cometido en la persona del vendedor de plantas y flores Juan Custodio Saavedra Araya, de 64 años y quien tenía domicilio el sector de Ocoa, en la comuna de Hijuelas, perpetrado la tarde del domingo 28 de diciembre de 2014 al interior de la casa signada con el N° 688 de la calle Elías Foncea, Población René Schneider, en el sector sur de la ciudad de Los Andes.
Esta fue la pena corporal impuesta por los magistrados Carolina Escandón, Alessandra Tubino y Leopoldo Soto, sala del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Los Andes, y cuya lectura resumida del fallo la efectuó pasadas las 15:00 horas de ayer la segunda jueza integrante, durante la respectiva audiencia en la que estuvieron presentes como intervinientes el fiscal Ricardo Reinoso, en reemplazo del titular de la causa, Osvaldo Basso, y la defensora Alicia Rojas.
La sentencia se ajusta al rango de lo solicitado por el Ministerio Público de Los Andes, que había pedido una condena de 15 años en contra del homicida.
Esta se contará desde el mismo día del crimen, fecha desde la cual el acusado permaneció ininterrumpidamente privado de libertad, sirviéndole de abono un total de 395 días.
De igual modo, se dispuso que una vez ejecutoriado el fallo se oficie al Servicio Médico Legal para que tome muestra biológica al sentenciado, de manera de incorporarla al Registro Nacional de Condenados.
SIGNIFICATIVO Y EMOTIVO GESTO
Concluida la audiencia y a la salida de la sala, familiares del condenado se acercaron a conversar con la hija de la víctima y familiares que le acompañaban, quienes mediante un significativo y emotivo gesto le manifestaron que lamentaban el hecho ocurrido, que igual les afectó mucho y le pidieron perdón por el daño causado.
“MI PADRE VA A DESCANSAR EN PAZ JUNTO A MI MAMÁ”
Posteriormente, Fabiola Saavedra, hija menor de la víctima, formuló declaraciones a El Andino luego de escuchar lo resuelto por el tribunal, señalando que era el día que finalmente se estaba aguardando para saber qué iba a pasar con quien le arrebató la vida a su progenitor y dijo que le emocionó la acción de los familiares del victimario.
“Con esto realmente mi padre va a descansar en paz junto a mi mamá y nosotros quedar con la conciencia tranquila que se hizo todo lo posible para que esto sucediera. Estoy conforme porque fue una pena justa y estaba dentro del rango de lo esperado, pero aunque fuera una condena de 40 o 50 años no me van a devolver la vida de mi papá, ya que nuestra pena va a estar por muchos años y el vacío que nos causó no se recupera ni se rellena con nada”, expresó.
Consultada por si alguien continuó con las ventas de plantas y flores, respondió que no puesto que “se fue el papá y su trayectoria, por lo tanto no hay más flores ni plantas, solamente lo que queda en nuestro jardín, su recuerdo y su triciclo que era su medio de transporte para la comercialización. Aquí en Los Andes era muy conocido y le decían ‘El Hijuelas’, y allá en Ocoa también era muy conocido, querido y respetado”.
Señaló que en medio de todo el dolor por el asesinato de su padre y el proceso judicial que estaban viviendo, el 3 de noviembre del año pasado falleció su mamá María Jeldez. “Si bien ella estaba enferma por un problema diabético, lamentablemente con su pena y al caer en una depresión profunda, la mamá no se pudo recuperar, fue decayendo día a día hasta que se fue, ya que lo único que quería era estar con su marido”, confidenció.
