Un imputado de iniciales B.M.P., de 19 años, fue condenado a 5 años bajo el régimen de libertad vigilada intensiva como autor dos delitos de robo con intimidación, uno de los cuales lo cometió en calidad de cómplice.
Luego de la formalización el sujeto quedó en prisión preventiva hasta esta semana cuando se llevó a efecto un juicio abreviado, y tras aceptar responsabilidad en ambos delitos fue condenado a 3 años y un día de cárcel, pero el tribunal le otorgó el beneficio de la libertad vigilada intensiva por el lapso de 5 años.
HECHOS QUE ORIGINARON LA CONDENA
El primer hecho lo cometió el 22 de agosto de 2016 en calle La Pampilla de Calle Larga cuando en compañía de un grupo de antisociales asaltaron a un estudiante de 13 años y bajo amenazas de una supuesta arma de fuego le robaron el celular, siendo detenidos a los pocos minutos por Carabineros de la Tenencia en la esquina de calles El Molino y El Arenal. Por este delito B.M.P. fue detenido en calidad de cómplice.
El segundo ilícito lo perpetró el 27 de noviembre de 2017 cuando ingresó al almacén “Gladys” de avenida Chile con Perú que era atendido por la propietaria de 72 años.
En ese caso el joven antisocial extrajo desde sus vestimentas un arma de fuego amenazando a la mujer exigiéndole la entrega del dinero que había en la caja, huyendo con 30 mil pesos.
La afectada comenzó a pedir ayuda a gritos siendo escuchada por otro comerciante que tiene su local en el sector que observó cuando el asaltante huía por avenida Chile.
Cuando se encontraba junto a un grupo de jóvenes en la esquina de avenida Chacabuco con Rancagua fue detenido por funcionaros de la Patrulla Ciclista al negarse a un control de identidad por no poseer documentos..
Al ser trasladado a la comisaría se comprobó que mantenía una orden de detención vigente emanada del Juzgado de Garantía, pero minutos después se recibió la denuncia del asalto al local de avenida Chile, y de acuerdo a las características físicas y de vestimentas informadas por la comerciante se descubrió que se trataba del mismo sujeto, lo que fue confirmado cuando la mujer lo reconoció a través de fotografías exhibidas por personal policial que concurrió a su local.