Con un oficio religioso que contó con la asistencia del gobernador Sergio Salazar, del alcalde Manuel Rivera, otras autoridades e invitados, además de miembros de la comunidad religiosa y feligreses, la Congregación de los Padres Pasionistas celebró sus 100 años de presencia en Los Andes.
Los Padres Pasionistas, que hacía algunos años atrás habían llegado a Chile, se instalaron en Los Andes en 1918 luego de tomar posesión de un predio de 40.000 metros cuadrados que la acaudalada dama andina, Dolores de la Fuente, había donado «con la obligación de celebrar dos misas mensuales por el alma de la donante y la de su difunto esposo».
Una vez conformada la congregación, con el tiempo comenzaron a verse sus frutos, con la construcción de la iglesia que denominaron Santo Cristo de la Salud, con lo cual la presencia Pasionista comenzaba a notarse en la ciudad cuando los nativos ciudadanos veían pasar por sus calles las «sotanas negras y sandalias polvorientas» recorriendo cada casa humilde en su labor evangelizadora.
Fue en 1923 bajo el rectorado del P. Francisco del Corazón de Jesús, se confeccionó una artística Gruta de la Virgen de Lourdes en los faldeos del Cerro Santa Rosa de propiedad de la Congregación. Pero fue el 1 de enero de 1928 cuando se realizó la bendición y colocación de la primera piedra de la iglesia, iniciándose así una larga historia de acontecimientos que dieron origen a lo que hoy se alza con orgullo en la avenida Chacabuco, la imponente Parroquia de los Padres Pasionistas. Una obra, donde por cierto, la comunidad religiosa contó con la valiosa ayuda de la comunidad andina.
(Toda esta historia está consignada en la edición de El Andino del miércoles 25 de julio de 2018)