Agresor fue retenido y entregado a Carabineros.
Con contusión de cráneo, hematomas en la cara y dientes sueltos terminó una conocida persona ciega, expintor de letreros y que vende dulces en la esquina de calle Rancagua con avenida Chacabuco en Los Andes, al ser violentamente agredido por un malabarista de nacionalidad colombiana en plena vía pública, el que fue retenido por vecinos y comerciantes del sector que lo entregaron a Carabineros de la Tercera Comisaría, que lo arrestaron.
De conformidad a los antecedentes policiales y de la Fiscalía, los hechos acaecieron en dicha intersección en donde se encontraba la víctima de iniciales M.R., de 60 años, vendiendo las golosinas a los automovilistas que se detiene frente a la luz roja del semáforo.
En un instante se le acercó J.R.M., de 29 años, quien realizaba malabarismo en las esquinas solicitando dinero a los conductores, generándose una fuerte discusión entre ambos por causas que deben establecerse.
La situación tomó otros ribetes cuando el joven las emprendió físicamente en contra de la víctima, a quien agredió con golpes de puño en la cara, cabeza y espalda.
AUXILIADO Y LLEVADO AL HOSPITAL
Las personas que estaban en el sector presenciaron la agresión, por lo que en forma inmediata acudieron en auxilio de M.R., logrando sacarse de encima al extranjero y retenerlo, para seguidamente llamar a Carabineros solicitando la pronta presencia.
Hasta el lugar acudió una patrulla y los funcionarios detuvieron al agresor, recabando antecedentes acerca de los que había pasado al adoptar el procedimiento policial.
Por su parte, a la persona afectada se le brindaron primeras atenciones y se le trasladó hasta el Servicio de Urgencia del Hospital San Juan de Dios de Los Andes, donde el equipo médico le asistió y le efectuaron exámenes por medio de los cuales se le diagnosticaron lesiones de carácter menos graves.
PROHIBICIÓN
DE ACERCARSE
A LA VÍCTIMA
Posteriormente el aprehendido fue llevado hasta el Juzgado de Garantía de esta ciudad y pasó a la audiencia en la que el fiscal Jorge Alfaro lo formalizó por el delito de lesiones menos grave.
Para el imputado solicitó la medida cautelar de prohibición de acercarse a la víctima, que al resolver la magistrado Valeria Crosa acogió y decretó, estableciendo un plazo de investigación de dos meses.