Por: Octavio Arellano Z., concejal, ex alcalde
UNA CRISIS QUE TODOS VEMOS A DIARIO
En mi rol de concejal y ex alcalde, en innumerables veces he solicitado la adopción de medidas urgentes para resolver este cúmulo de problemas, pero hasta la fecha estas no se han concretado y la desertificación de la ciudad sigue avanzando cada día, con el consiguiente impacto en la salud de nuestros vecinos. Ello nos lleva a sostener que estamos frente a una “crisis terminal de los espacios públicos”, lo cual nos lleva a insistir públicamente la implementación de medidas urgentes en algunas áreas específicas, partiendo por el parque-cerro de la Virgen, que es un espejo natural y cultural de la ciudad, aspiración fuertemente sentida por la ciudadanía. Según el experto colombiano, el urbanista Guillermo Peñalosa, una ciudad exitosa es aquella en que “la clave es saber cómo tratamos a nuestros ciudadanos más vulnerables, que son los niños, los adultos mayores, los pobres y los discapacitados… con buenos espacios públicos, logrando que la gente tenga a distancia caminable sus servicios básicos”. Compartimos la idea de que buenos espacios públicos democratizan la vida y dan más equidad a los sectores más vulnerables.
SOS PARA EL PARQUE-CERRO DE LA VIRGEN O QUICALCURA: UN CASO EMBLEMATICO
Un sector donde hay que mejorar la gestión es el parque-cerro de la Virgen, donde gracias a la iniciativa de privados, se ha repuesto la acequia de riego en la base del cerro. Sostenemos que este debe ser reconocido oficialmente como un Parque Natural Municipal, regulado por una Ordenanza de Uso, siendo lo primero, el nombramiento de un profesional del Área del Medio Ambiente, como un administrador “In situ” (instalado en el lugar), con dedicación exclusivamente a implementar algunas de las siguientes acciones:
– Dirija la elaboración de un proyecto de riego y reforestación del cerro-parque, que pueda ser postulado al FNDR, basado en el estudio que hizo la Universidad Católica.
– Administre y regule el uso de las aguas de riego del cerro, evitando el robo de las mismas por quienes no tiene derechos de agua o usan más de los que les corresponde, para lo cual se debe construir un marco partidor en la bocatoma del mismo.
– Mantener limpio y expedido el canal de riego.
– Elaborar un plan de mantención y reposición de la vegetación dañada del Parque ubicado detrás de la biblioteca Municipal, e integrarla al uso de los lectores, especialmente de los niños. Para ello es preciso habilitar un tranque acumulador de las aguas de la acequia que corre por el pie de monte e instalar un sistema de riego tecnificado. Es urgente actuar antes que se seque en su totalidad.
– Se debe eliminar cables energizados ubicados en la cima y al alcance de los niños.
– Implementar sus sistema de depósitos de basura y un programa semanal de retiro de los mismos por la empresa de aseo.
– Controlar el acceso vehicular por calle Enrique de la Fuente y prohibir la circulación de motos o jeeps que dañan la superficie vegetal del cerro. Para ello es necesaria la Ordenanza que regule los derechos y obligaciones de quienes lo visitan.
– Finalmente, elaborar un plan de actividades deportivas, de paseo y culturales en el cerro-parque, durante todo el año.
NUEVOS CONTRATOS A LICITAR: UNA MIRADA DESDE EL MEDIO AMBIENTE
Estando próximo a licitarse los servicios de mantención de las áreas verdes de la comuna y el de provisión de personal de aseo, cuyo costo bordea los 43 millones de pesos , se abre otro espacio para mejorar la gestión local, donde es necesario abrir un espacio a la participación de los vecinos y los técnicos, que trasparente la forma cómo resolver la crisis de gestión de los servicios, que obligatoriamente debe proporcionar el municipio. Por su parte el contrato de mantención de áreas verdes bordea los 34 millones de pesos mensuales, suma que al parecer, lo que habría que estudiar más a fondo, podría resultar insuficiente para atender la necesidad real de la ciudad. Aún cuando la participación de los vecinos es deseable, ello no debe significar que el municipio deje de cumplir una obligación que es propia en virtud de la ley, función que no puede soslayarse con la excusa de rebajar costos, ya que el remedio puede ser peor que la enfermedad. Sostenemos que el necesario equilibro entre cobertura, calidad y precio, donde se debe evitar que criterios economicistas impidan un mejor servicio a la ciudadanía, atendidas las nuevas variables ambientales que afectan a la comuna, en los cuales debe primar el criterio ambiental y de sustentabilidad de los mismos, con el adecuado control ciudadano de los costos y la operación del servicio.