El Consejo Regional (CORE) de Valparaíso, no aprobó el Anteproyecto Regional de Inversiones (ARI), que para el año 2020 se proyectaba en 1,6 Billones de pesos, tras una serie de observaciones y críticas hechas a través de la Comisión de Inversiones de este cuerpo colegiado, entre las que se cuenta rebajas presupuestarias en algunos sectores que no están suficientemente justificadas, deficiencias en la equidad territorial, y lo poco participativo del proceso de su elaboración, entre otras.
El ARI forma parte de la Coordinación Regional de Inversiones, cuyo fin es la armonización en las unidades geográficas político-administrativas (regiones, provincias, comunas, localidades) del gasto (inversiones y transferencias) que realizarán durante el siguiente año presupuestario los órganos públicos que se encuentran presentes en ellos, sean sectoriales o el Gobierno Regional.
Es una labor de programación y cotejo multisectorial de las acciones que se realizarán durante el próximo año presupuestario, es decir el 2020, y según establece la Ley Orgánica Constitucional de Gobierno y Administración Regional, Nº 19.175, en su artículo N° 71, el ARI comprenderá una estimación de la inversión y de las actividades que el gobierno regional, los ministerios y servicios efectuarán en la región, identificando los proyectos, estudios y programas, y la estimación de sus costos.
Entre los argumentos de los consejeros regionales para la no aprobación está la rebaja presupuestaria en sectores sensibles para la comunidad, como Desarrollo Social y Agricultura, las cuáles no están suficientemente justificadas. Además, existe una disparidad territorial en la equidad de la distribución de los recursos; por ejemplo, la zona de Aconcagua contaría con menos proyectos y presupuesto que otras provincias de la región.
También, en la exposición del ARI se repiten proyectos de años anteriores, lo que denota retrasos en la ejecución de los proyectos, mientras que se podría haber considerado mayor participación distintos actores representativos de la realidad regional.
Además, la formulación presupuestaria no apunta a rebajar los índices de desempleo, a través del apoyo a la reactivación económica.
El presidente del CORE, Juan Arriagada Arens, indicó que “el Ejecutivo no nos envió formalmente una petición para ser votada, sin perjuicio de lo cual, responsablemente el pleno del CORE se pronunció negativamente, no aprobando (el ARI)”, a lo que agregó que “la votación fue categórica y es una señal para el Ejecutivo de conversar más estos temas y cumplir con las formalidades que la ley establece”.