Por: Hno. Angel Gutiérrez Gonzalo
El hombre, por naturaleza, es un “eterno preguntón” y desea dar respuestas a las preguntas que se hace.
Es frecuente que los alumnos hagan diversas preguntas cuyas respuestas desean conocer.
Días pasados, un alumno de Educación Media Superior, Cuarto Año Medio, me hizo la siguiente pregunta: Hermano, la crisis religiosa actual ¿Es una crisis de fe o de cultura en la cual y a través de la cual ésta se expresa? Te felicito, le dije, por tu interesante pregunta y trataré de darte respuesta.
Personalmente, creo que la crisis radica más en la cultura que en la fe, es decir, la crisis hay que buscarla más en las pautas de pensar y de actuar de la gente que en su falta de fe.
La fe de la Iglesia no ha cambiado, pero sí, y profundamente, el contexto socio-cultural, en el que se encuentran inmersas las personas que la quieren vivir, testimoniar y transmitir.
El actual cambio socio-cultural, acelerado y profundo, cuestiona muy seriamente las estructuras pastorales de la Iglesia y las acciones evangelizadoras y catequéticas que ésta a diario realiza. También tiene una fuerte incidencia sobre la vida de los creyentes en cuanto modifica el marco sociológico en el que la fe de éstos se recibe, se vive y se transmite.
El mensaje evangélico es el mismo de siempre, pero las personas a quienes va dirigido han experimentado una radical mutación porque se mueven en un ámbito cultural diametralmente distinto al de hace tan sólo unos pocos años.
La Iglesia, a través de sus agentes de pastoral, ha de hacer un agudo análisis de los aspectos positivos y de los rasgos decadentes de la cultura de hoy, y ha de entrar en el diálogo sincero con el hombre actual que reviste unos valores y unos antivalores peculiares y, superando el tedio y la rutina, ha de poner en marcha métodos y estructuras pastorales más flexibles y ágiles que hagan posible su labor evangelizadora. Ha de saber, además con imaginación y creatividad, cubrir nuevas necesidades y abrir nuevos campos de actuación en los que llevar a cabo su misión apostólica que consiste en dar sentido pleno a la vida del hombre y mostrarle la liberación, la salvación que se encuentra en Jesús, el Señor.
Muchas gracias, Hermano , me dijo el alumno , por su acogida y dedicarme parte de su
tiempo para responder mi pregunta.