Dr. Claudio Pérez-Leighton, Investigador Facultad de Medicina U. Andrés Bello
A pesar de sus consecuencias negativas en salud, la prevalencia de obesidad continúa aumentando tanto en Chile como en el resto del mundo.
Nuestra capacidad de comer por placer sin tener hambre –que se conoce como consumo hedónico– es una causa central en el desarrollo y mantención de obesidad. El consumo hedónico tiene mucho sentido si consideramos que durante gran parte de nuestra historia evolutiva, los humanos vivimos en un ambiente en el que los alimentos eran escasos y obtenerlos requería un esfuerzo físico intenso. Por tanto, el sentir placer al comer aumentaría la motivación para buscar y conseguir alimentos, maximizando nuestras posibilidades de sobrevivir. Sin embargo, actualmente muchos de nosotros vivimos en un ambiente en el que existe fácil acceso a alimentos ricos en azúcares y grasas. Se suma a esto que en muchas partes del mundo los alimentos saludables son más caros que los alimentos no saludables. Aún más, constantemente tenemos acceso a aquellos alimentos por los cuales tenemos alta preferencia y que motivan el consumo hedónico.
Por tanto, es importante tener claro que la obesidad no es solo un problema de voluntad frente a la comida, sino que comer también depende de factores biológicos que son influenciados por el ambiente de alimentos en el cual vivimos. Así, es esencial que quienes toman decisiones consideren la influencia del ambiente, disponibilidad y accesibilidad de alimentos en la prevalencia de obesidad. Medidas cuyos efectos sean facilitar el acceso a alimentos saludables y dificultar el acceso a alimentos no saludables pueden tener un alto impacto en la prevalencia de obesidad.