Por: Dr. Denis Panozo V
Actualmente esta manifestación es más frecuente en nuestra sociedad, que está sometida a un stress permanente, la vida loca, acelerada que no nos permite ver como el tiempo va engullendo nuestras vidas. No nos da pausa, exige y exige día tras día. El trastorno de pánico es una enfermedad cuya principal manifestación es una forma anormal de angustia que llamamos Crisis o ataques de pánico. Se distingue de la angustia común por tratarse de una experiencia en la cual los síntomas no solo son de mayor intensidad, sino que existe la percepción de estar a punto de morir, perder la razón o el control de sí mismo. Esta vivencia es en extremo desagradable y se acompaña de miedo intenso y un impulso irresistible a huir o buscar ayuda. Como consecuencia de las crisis se produce un estado de temor a que estas se repitan llamado ansiedad anticipatorio. La mayor parte de las personas afectadas desarrolla conductas de evitación, a las que llamamos agorafobia y que tienen por fin no exponerse a situaciones que se asocian con un mayor riesgo de nuevas crisis de pánico. Se estima que al menos un 8% de la población, alrededor de millón de personas en Chile, se verán afectadas por este problema en algún momento de sus vidas.
El trastorno de pánico suele comenzar entre la segunda y tercera década de la vida, aunque puede presentarse en personas de cualquier edad, inclusive en niños. Es dos a tres veces más frecuentes en mujeres que en hombres.
El trastorno de pánico afecta con mayor frecuencia a personas que también padecen de enfermedades del ánimo, como depresión, ansiedad social y estrés post traumático y hay también factores que facilitan la ocurrencia de una crisis de pánico como son el consumo de cocaína, marihuana, exceso de alcohol, tabaco, café y de bebidas colas. Trasnochar en exceso, ejercicios físicos extenuantes y situaciones de vida muy estresantes.
Síntomas principales de una crisis de pánico:
Síntomas emocionales:
1. Temor a morir.
2. Temor a perder el control o enloquecer.
3. Sensación de irrealidad, no sentirse uno mismo, o sentirse “despegado de si mismo”
Síntomas cardiovasculares:
1.-Palpitaciones, latidos intensos o aceleración del pulso.
2.-Malestar u opresión en el pecho.
Síntomas respiratorios:
1.-Sensación de falta de aire o sofocación.
2.-Sensación de ahogo.
Síntomas neurovegetativos:
1. Mareo, inestabilidad o “vació en la cabeza”.
2. Sensación de debilidad o temor a desmayarse.
3. Sudoración.
4. Temblores o escalofríos.
5. Parestesias (hormigueo o adormecimiento).
6. Oleadas de frío o calor. escalofrío
Síntomas digestivos:
1.-Nauseas o malestar abdominal, vómitos y/o diarreas profusas
Las personas con trastorno de pánico parecen tolerar con mayor dificultad situaciones en la que se ven amenazadas sus relaciones interpersonales importantes. Suele existir el antecedente de un estilo familiar aprensivo y sobreprotector. Además el presentar crisis de pánico, produce gran inseguridad y dependencia, incluso en personas previamente muy bien adaptadas.
Frente a estas personas que están con un ataque de pánico, se darán cuenta que ellas no escuchan, no razonan, no miran. Su cerebro se bloquea de tal forma que ven una realidad diferente, por lo cual no sirve decirles que se tranquilicen, que no es para tanto y menos pensar que él o ella estén locos, solamente hay resguardarla para que no se lastime o dañe a otras personas y buscarle lo más pronto una ayuda médica.