Alcaldes de la Provincia de Los Andes participaron de la reunión sostenida en la gobernación y donde insistieron en buscar solución al lento accionar del Estado para enfrentar la sequía, ya que se vislumbra una catástrofe de mayores proporciones.
Agilizar la ayuda por parte del gobierno hacia la comunidad en lo inmediato, como así también que el Estado asuma inversiones en revestimientos, más pozo y la construcción del embalse cabecera, fue el denominador común de lo expuesto durante la reunión de la Mesa Hídrica que se realizó la tarde del miércoles en el salón de honor de la gobernación.
Como informamos en nuestra edición de ayer, en el encuentro, encabezado por el gobernador Sergio Salazar, participaron los alcaldes Manuel Rivera, Nelson Venegas y René Mardones, de las comunas de Los Andes, Calle Larga y San Esteban, respectivamente; como así también la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH), la Junta de Vigilancia de la Primera Sección del Río Aconcagua, Indap, los Comité de Agua Potable Rural (APR) y las empresas Codelco, Colbún y Anglo American.
En la ocasión se trató la grave situación que se vive en la provincia y Aconcagua por efectos de la sequía y la escasez de agua para el consumo humano y la agricultura.
Al respecto, las autoridades comunales plantearon que se vislumbra una catástrofe de mayores proporciones sino hay mayores inversiones en la zona, a pesar de las acciones que se ejecutarán a corto plazo como profundización en los pozos de los sistemas de APR y entrega de ayuda a los ganaderos que no son usuarios del Ministerio de Agricultura.
Por ello, junto al presidente de la Junta de Vigilancia de la Primera Sección del Río Aconcagua, Javier Crasemann, acordaron unirse como autoridades para solicitar una inversión real en la zona al Ministro de Obras Públicas (Mop), ya que a pesar de que la ayuda que se entregará en los próximos meses mitigará en una parte la emergencia, se necesita de una cartera de proyectos reales a ejecutar para aminorar la sequía que se prevé aún más grave para los próximos años.
“NI SIQUIERA HEMOS TENIDO LA VISITA DEL DELEGADO PRESIDENCIAL QUE ES EL INTENDENTE”
Al respecto, el alcalde de Calle Larga, Nelson Venegas, fue enfático en señalar que no se está hablando de cualquier crisis, sino que “de una sequía de la cual no existe registro histórico de algo peor, de manera que yo ya he manifestado mis reclamos, pues ni siquiera hemos tenido la visita del delegado presidencial, que para estos efectos es el intendente. Tampoco tenemos coordinación de los organismos públicos, es decir, estando en una verdadera catástrofe no tenemos la colaboración, ni coordinación, ni ayuda de parte del Estado. Es por eso que tenemos que empezar a unirnos transversalmente en términos políticos, a fin de tomar posiciones más claras y potentes”.
El jefe comunal fue más allá y planteó que se solucionarían muchos problemas ligados a la sequía si se hiciera una inversión que permitiría, incluso, solidarizar con otras secciones del Río Aconcagua.
“El desafío, y que debe empezar desde ya a realizarse, es un embalse real, de cabecera, no un embalse lateral. No es posible que se pierda la cantidad de agua, se hablaba en esta reunión que se pierden más 600 litros por segundo. Igualmente no es posible que tengamos Agua Potable Rural (APR) que se estén secando, necesitamos obras contundentes, infraestructura, inversión y señales claras”.
“NO QUEREMOS QUE SE NOS SAQUEÉ MÁS EL AGUA POR QUIENES TIENEN MONOCULTIVOS”
Por su parte, el alcalde de San Esteban, René Mardones, calificó la crisis como “una crónica de una muerte anunciada”, sosteniendo que la tardanza en la toma de decisiones por parte del gobierno “es abismante”.
Es por eso que llamó a la unidad de los habitantes de Aconcagua “porque no queremos que no se nos saqueé más el agua por parte de terceras personas que tienen el monocultivo, ya que hay alrededor de cinco mil hectáreas plantadas de paltos en la Segunda Sección del Río Aconcagua y la verdad que el agua que se utiliza no tiene retorno”. Indicó que en Panquehue existe una megalaguna natural debajo del suelo de 5 mil millones de metros cúbicos de agua, “que eso tiene para hacer cien Puntilla del Viento de una”.
La autoridad dijo que pedirán una audiencia con el ministro Moreno “para decirle de una vez por todas si va a tomar una decisión integral a la zona de la Primera Sección del río Aconcagua, para dar solución a los regantes, en donde hay 26 mil hectáreas y son 6 mil usuarios. También nos interesa que haya trabajo, porque aquí va a haber una cesantía de un 40% en los predios que están sin poder regarse”, comentó.
“HAY UN PLAN PARA ENFRENTAR ESTA DRAMÁTICA Y CATASTRÓFICA SITUACIÓN”
En tanto, el alcalde Manuel Rivera destacó que a nivel provincial exista una importante coordinación para enfrentar este grave problema “de quienes utilizan nuestro recurso hídrico, ya sea a nivel de las distintas actividades productivas y, sobre todo, de los vecinos que están sufriendo más, como la agricultura y de los APR”.
Valoró la reunión sostenida donde se clarificaron temas, se dieron noticias positivas respecto a inversiones en la provincia y se transparentó la ayuda de la empresa privada en términos de alianzas y colaboración de distintos ámbitos, “en la lógica de que hay un plan para enfrentar esta dramática y catastrófica situación que ha traído la sequía”.
SIGUE LA LARGA ESPERA: EMBALSE DENTRO DE 6 A 8 AÑOS
Por su parte, el gobernador Sergio Salazar, al ser consultado por la construcción de un embalse cabecera, que lleva décadas anunciándose sin que se materializarse y que siempre es tema de un gobierno a otro, indicó que el que se proyecta en el sector de Juncal es el que está en estudio de ingeniería y se encuentra más avanzado, sin descartarse la posibilidad de seguir apuntando a obras de riego laterales.
“Hace dos semanas los gobernadores y alcaldes de Aconcagua nos reunimos con el ministro de Obras Públicas y donde éste fue uno de los temas tratados. En la oportunidad, Alfredo Moreno fue enfático en señalar que es un proyecto que está en etapa de estudio y que es prioridad para el gobierno empezar a ejecutarlo lo más pronto posible. Lo que sí nos transparentó y nos dijo que son iniciativas de largo plazo, que por más que quisieran adelantarlo lo más probable es que no se vaya a materializar dentro de seis a ocho años, lo que significa que las políticas que vamos a desarrollar en lo inmediato tienen que apuntar a otros aspectos”, expresó.