Por Hugo Rodríguez Bernal
Desde España y por tierra a Lisboa se llega por el sur pasando por el Algarbe junto a numerosos alcornoques, los árboles de los que se producen los corchos, un largo puente de más de diez kms nos lleva a cruzar el río Tajo hacia el norte donde se ubica el centro de esta hermosa ciudad, Lisboa es un puerto fluvial con muchos edificios antiguos. El mismo río muy caudaloso que antes pasa por Toledo, allá cerca de Madrid en el centro de España, solo que mucho más angosto.
Esto sí que fue una suave transición a la Democracia, la llamada Revolución de los Claveles ocurrida en Portugal en Abril de 1974 con militares que claramente no querían disparar sus armas contra sus propios ciudadanos, que diferencia con otros militares de otras partes del Mundo, que disparan no más, después preguntan, y si se equivocaron, oh que pena, fue sin querer.
Portugal vivió una larga y cruel tiranía desde 1926 con Antonio de Oliveira Salazar, muy bien organizada, pero que colmó la paciencia de la gran mayoría de los portugueses, tanto que fueron muchos los que casi sin organización previa colaboraron en el derrumbe de ese régimen nefasto.
“Sostiene Pereira” es una novela del italiano Antonio Tabucchi que explica las situaciones amargas y difíciles que se vivió en el periodismo en esa época, con fascismo entre medio, represión, censura, desapariciones, relegaciones y destierros.
Portugal aún hoy es un país con aire del pasado, con viejos y hermosos tranvías eléctricos de más de cien años que aún recorren las estrechas calles de Lisboa, antiguos almacenes y tiendas y muy pocos supermercados.
Una arquitectura muy hermosa con estilo “manuelesco” dicen ellos por el Rey Manuel que impuso una forma diferente de construcción, en tiempos del Renacimiento. Un gran terremoto arrasó Lisboa en el siglo XVIII y la reconstrucción quedó a cargo del Marqués de Pombal. Fue muy buena labor la efectuada por este ministro portugués. Varias colinas y hondonadas se alternan en esta capital de Portugal, muy soleada y clara, con relación al resto de Europa, más al norte, y sobre cada poste de iluminación una pequeña carabela, recordando el carácter marítimo de esta nación.
El día del derrocamiento de Salazar, el dictador, 25 Abril 1974, había mucha tensión ambiente y “ruido de sables”, a última hora se suspendió esa noche, una fiesta de matrimonio y una de las encargadas del evento se llevó las flores, los claveles y en la plaza del Rossio un militar le pide un cigarro, ella no tiene eso pero la da un clavel que este militar coloca en el tubo de su fusil y varios otros hacen lo mismo, por eso se llama así, la Revolución de los Claveles. Ahí comienza el largo camino hacia la Democracia del Portugal y la liberación, un poco brusca de sus colonias africanas de Angola, Mozambique, las Islas del Cabo Verde y Guinea.
Entre las interesantes atracciones de este país, posiblemente la mayor de todas es el Santuario Mariano de Fátima, ubicado un poco al norte de Lisboa entre campos y pequeñas ciudades de tradiciones muy antiguas, numerosas mujeres mayores vestidas de negro completamente, ventas de frutos secos maní, cacahuates, nueces, almendras, castañas de Cajú muy saludables y con propiedades medicinales evidentes. Una gran iglesia con dos brazos de columnas, como el Vaticano o Maipú en Santiago, reciben en un gran abrazo al peregrino que se quiere acercar al lugar donde unos pequeños pastores vieron a María la Virgen sobre un árbol ahí en Fátima, ahora ahí están las tumbas de Lucía, Francisco y Jacinta Marto.
Un pequeño país de menor tamaño que varias regiones de Chile, pero que tuvo una gran participación en tiempos de los descubrimientos geográficos, en época de Colón, que vivió ahí y pidió ayuda al rey para efectuar sus exploraciones, pero el rey no creyó en el…… los reyes de la vecina España si creyeron y lo apoyaron.
Vasco da Gama, Alvares Cabral, Hernando de Magallanes, Bartolomé Díaz, entre muchos otros dieron gloria y fama de aventureros a los portugueses. Si conquistaron y colonizaron Brasil, nada menos.
La torre de Belén, las iglesias enormes y hermosas, el estadio da Luz, la plaza del Comercio junto al Tajo, la Avenida Augusta, ahora peatonal, la plaza de Rossio, el castillo de San Jorge, parques y comercio dan vida a este país que es como retroceder gratamente en el tiempo.
Se imaginan recorrer Chile de 1950 con Los Andes por supuesto. Bueno, algo así aún hoy es este hermoso Portugal y los balnearios como Cas Cais y Estoril en la costa central sur, casi vecinas de Lisboa. Los torneos de fútbol con el gran Benfica y sus rivales Sporting de Lisboa y el Oporto. Sin olvidar su música encantadora con los fados de Amalia Rodrígues “O fado nasceu um día quando o vento mal bulia e o céu o mar prolongaba na amurada dum veleiro……”