Crónicas de los tiempos: Capadocia en el centro de la fe y del Asia Menor

Crónicas de los tiempos: Capadocia en el centro de la fe y del Asia Menor

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Por Hugo Rodríguez Bernal

Vamos de Estambul a Ankara en lo que hoy es la república de Turquía y antiguamente era el Imperio Romano de Oriente y luego Imperio Bizantino, salimos de Estambul bordeando la costa europea del mar de Mármara hacia el sur hasta llegar a otro estrecho parecido al del Bósforo, este otro es el Dardanelos, tan importante en la Historia (y en la geografía) por varios motivos, una de las batallas más importantes de la Primera Guerra Mundial ocurre por estos lados Gallípoli en 1915. Cruzando el estrecho hacia el lado asiático se encuentra la ciudad puerto y balneario de Canakkale y a unos diez km hacia el norte de esta ciudad se encuentran las ruinas de Troya, la Gran Troya histórica, la famosa Troya del rey Príamo, de Héctor, Paris, Eneas, Helena y tantos personajes de la Ilíada de Homero. Que sensación tan fuerte, recorre el cuerpo al estar ahí mismo en el lugar de los hechos, parte importante de la Historia Universal.

Esta parte de Turquía es una península llamada Anatolia, rodeada por el mar Negro al norte, el mar de Mármara y el Egeo por el oeste, el Mediterráneo por el sur y al este se conecta con el cuerpo principal de Asia. Por eso se le llamó también Asia Menor. En la parte central se encuentra esta enigmática región llamada Capadocia.

En la costa del mar Egeo había importantes ciudades de origen griego, ahora en ruinas, pero que siempre hemos oído mencionar en las clases o en los servicios religiosos. Por ejemplo la ciudad de Pérgamo, ahora llamada Bérgama, famosa por sus antiguos libros escritos en tripas de animales que perduran en el tiempo, los pergaminos. La ciudad de Éfeso tiene las ruinas mejor conservadas, calles con cerámica o azulejos muy antiguos, mucho mármol. Una biblioteca espectacular y las letrinas comunitarias sorprendentes, Miletto la ciudad de Tales, el gran matemático, solo ruinas, históricas, pero ruinas y la hermosa Esmirna o Izmir completamente modernizada se parece a Viña del Mar, con buenas playas y edificios de hoteles, empresas, bancos y departamentos.

En el año 54 DC San Pablo llega a Éfeso donde escribe sus epístolas a los filipenses y otra a los efesios, incluso fue apresado un tiempo y luego liberado. San Juan Evangelista, apóstol y pariente directo de Jesús también se establece en las cercanías de Éfeso y cuenta la tradición cristiana que se estableció aquí con su tía María la Virgen, madre de Jesús una hermosa casa de piedra en medio de hermosos jardines y frondosos árboles es conocida como la casa de la Virgen.

Capadocia tiene un papel especial en la tradición cristiana por varios motivos, fue una región muy fértil para su expansión por la cercanía con Antioquía la primera comunidad cristiana creada por San Pedro. Pablo de Tarso efectuó tres viajes a través de Capadocia, entre los años 44 y 58. Aunque controvertida históricamente, la tradición dice que San Jorge fue un nativo de Capadocia, hijo de un soldado del ejército romano del siglo III. Mató tantos dragones que los extinguió.

Hacia el centro de Anatolia se ubica la hermosa ciudad de Konya, famosa por ser sede de los “Derviches Giradores” los que constituyen una parte importante de las tradiciones musulmanas de los turcos, giran y giran, en un acto religioso muy solemne, con unos enormes gorros que simbolizan su futura lápida, acompañados de tambores y flautas, fueron fundados por Svetlana o Mevlana, un místico poeta persa cuya tumba está ahí en Konya en una hermosa mezquita.

Pero lejos, lo más sorprendente de Capadocia es la serie de cerros y colinas de formas muy caprichosas que le dan al paisaje un aspecto extraterrestre. Es una formación muy extraña con mezclas de material volcánico con erosión diferente según la dureza de que se constituye cada uno de estos cerros y valles. Es muy extenso entre las ciudades de Göreme y Ürgup ambas en Capadocia, por supuesto. Territorio de grandes nevadas y luego días de Sol muy claro pero muy frío. La mayoría de estas colinas son huecas, han sido transformadas en casas habitación o en capillas, que alguna vez fueron cristianas, aun quedan en sus pétreos muros, restos de pinturas e imágenes de Cristo, de la Virgen o de los apóstoles, muy destruidas claro. Les llaman las “Chimeneas de las Hadas”.

También hay una serie de cuevas, bastante grandes e interconectadas entre si, por estrechos túneles y que forman una ciudad subterránea, donde se escondieron los cristianos en tiempos de dos persecuciones de épocas distintas, en el siglo III en los orígenes del cristianismo y después en el siglo XVI cuando los turcos musulmanes, invadieron el Imperio Bizantino y hasta el día de hoy están ahí. Es un territorio marcado por la fe religiosa en varios sentidos. Mucho más que cualquier país latinoamericano, y eso que Turquía es un Estado laico, pero la Historia atropella, atrapa y envuelve en sus mantos casi ocultos a las personas que necesitan de la fe para vivir.

Turquía sorprende por su variedad de paisajes y de monumentos históricos de la mayor importancia, también por su modernismo, sus medios de transportes, ferrocarriles, metro ligero, buses, grandes puertos y aeropuertos y al mismo tiempo una cierta tradición con toques de antigüedad muy interesante.

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